miércoles, 21 de enero de 2009

De caminar chipitín a chipitín...

¿Por qué, en mi caso, todo tiene que ser tan complicado? Me gustaría, por una vez, poder disfrutar de algo al máximo, sin preocupaciones, sin ninguna traba. Mas, sé que en la mía vida, hasta ahora, ha sido imposible. Me encantaría que fuese más fácil, que, por una vez, el camino no fuese tan tortuoso, que estuviese despejado y, así, poder maravillarme todavía más (y fíjense que es difícil), de los momentos tan preciosos que estoy viviendo.

Pero, no, no es así. Y, sin embargo, me encuentro bien, me encuentro con fuerzas, con energía suficiente como para poder seguir alegrando, no sólo a este cuerpesssito rumbero, sino el de aquellas personas que tengo a mi vera. Soy consciente de que tampoco estoy en mi mejor momento, que no estoy al 100% y que, como todo ser humano, tengo mis necesidades. No obstante, mi corazón me da fuerzas y, sin duda, creo que merece la pena seguir pensando que he de dar, cuidar, colorear con mis pincelitos no sólo mi vida, sino la de aquellos/as a los/as que quiero.


No sé cuánto tiempo durarán esas fuerzas; pero, sí que sé que pondré todo mi empeño en que no cesen de sustentar mi actual estado de ánimo, así que creo que aún tendrán cierta duración o, al menos, la necesaria.


Sigo pensando que podemos cambiar el influjo de los planetas. Por eso, no dejaré de pensar que merece la pena seguir cuidando tus alas y observar que sigues volando, porque es lo que quiero y porque, sinceramente, creo que lo mereces.

No hay comentarios: