martes, 13 de enero de 2009

Hidroavión

Era sólo un aeroplano. En mi interior llevaba gallinas, monos, guijarros que se muestran ensimismados.

Era sólo un aeroplano. Volaba sobre vuestras cabezas, girando, haciendo piruetas en el cielo iluminado.

Era sólo un aeroplano. Vivos colores adornaban mi casco, que no es de metal, sino de una aleación muy fácil de atravesar.

Sol, nubes, estrellas incandescentes, dadme la mano.

Soy un hidroavión, porque me gusta el agua, aterrizar en ella, sentir sus olas y, como no, dejar que la corriente se me lleve.

Soy un hidroavión que planea entre la lluvia y la selva, entre la nieve y los campos de flores.

Soy un hidroavión y un día decidí transportar aquello que encontré no sólo volando, sino también aterrizando.

Por eso llevo guijarros, suaves cantos rodados de superficie sinuosa. Por eso llevo guijarros, montes inmensos de lisa y suave foresta.

Por eso llevo las voces que oí algún día. Por eso llevo instantes que maravillaron la mía vida.

Por eso llevo al Sol sonriente de amabilidad matutina. Por eso llevo las flores que no olvidaré desde aquel día. Por eso llevo la nieve, esa que incita al baile y la alegría...

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