domingo, 15 de mayo de 2016

Las Señoritas Estrechas - El verano ha terminado

A mí, la primera vez que los vi (fue en un Sorrofest), ya me hizo intuir que Las Señoritas Estrechas sería uno de esos grupos al que habría que serguir la pista de cerca. Así que, posteriormente, tenía claro que, en mi casa, camino al trabajo o incluso nadando en la piscina, su maqueta, Conozca a las señoritas Estrechas, haría mover mi cuerpecito rumbero al ritmo de sus canciones. Mas, después de un concierto en el Four Seasons de Castellón (fuimos de propio a verlos junto con los Fast Food), cayó en mis manos un disco que, a pesar de ser un acercamiento más a los sonidos ramoneros, se me antojaba fresco y divertido al mismo tiempo. En seguida me enganchó y, que sonase en mi vinilero o mis auriculares diariamente, me iba haciendo cada vez más adicto a unas Señoritas Estrechas que sólo piensan en divertirse.

Sí, claro que no aportarán nada nuevo, claro que no; pero, hoy su disco sigue pareciéndome un puñado de pildoritas fantásticas que me alegran, que me divierten y que me hacen vibrar. Por eso, que menos que compartir acá, en la mía bitácora, una de esas canciones que me hacen disfrutar.


¡Y es que, encima, los tipos son más majos que pa qué!