miércoles, 27 de noviembre de 2013

Santa Eulalia – Casa de la Estación de Mora de Rubielos (Daroca - Sagunto por la Vía Verde, Parte 2 de 3)


Santa Eulalia - Casa de la estación de Mora de Rubielos (Albentosa)

Amanecimos con las ruedas de nuevo desinfladas. Volvimos a revisar las cubiertas (aún quedaban pinchos) y cambiamos las cámaras. Era un pequeño percance que iba a retrasar nuestra hora de salida. La intención era salir pronto para poder detenernos en Teruel, hacernos ya con los billetes de tren de regreso y comprar más cámaras. Sólo nos quedaba una más sin estrenar y era un poco arriesgado en el caso de nuevos posibles pinchazos.

Dos kilómetros y medio hasta Santa Eulalia nos llevó a decidir no continuar recto hasta la estación de inicio de la Vía Verde (aproximadamente a otros dos kilómetros y medio), sino tomar la carretera Cella (TE-V-9029), hasta el punto en que queda a apenas un metro de la Vía Verde (unos 5 kilómetros desde Santa Eulalia). Allí, por fin, nos invadía la alegría de tomar la Vía Verde, aunque con la desgracia de tener, un día más, el viento en contra.

Estación de Cella

Nuestra primera parada para reponer un poquitico de fuerzas fue en la estación de Cella (15 km desde el inicio de nuestra etapa), sita a 3,5 kilómetros de la localidad. Unos minibocadillitos, barritas de cereales y fruta para tomar las energías suficientes para acercarnos hasta Teruel. Al llegar a la estación (32 km del punto de partida), desistimos de acercarnos a la ciudad. Los 6 kilómetros de ida y otros 6 de vuelta, más el tiempo comprando los billetes y las cámaras, nos llevaría cerca de dos horas, un tiempo que no nos podíamos permitir perder si queríamos avanzar lo suficiente para terminar la travesía en los tres días previstos.

Cercanías de Teruel

La parada para comer fue en Valdecebro, después de que fuese yo quien pinchara. Llevábamos ya 40 kilómetros, no había atisbo de ningún pueblo cercano y, además, ya no teníamos apenas agua. Este es uno de los puntos a tener en cuenta en esta etapa de la Vía Verde: la ausencia de fuentes en prácticamente todo su trayecto, ya que transcurre sin entrar en los pueblos. A esas horas y en un pueblo así de pequeño, no había nada abierto (ni el bar), ni sitio donde comprar pan. Así que nos tuvimos que apañar con bocadillitos ínfimos, bocabits que llevábamos encima y más barritas de cereales. Mal plan teníamos en ese momento. Eso sí, afortunadamente, un amable señor nos dejó un pozal con agua para poder reparar la cámara dañada, que era la única de recambio que nos quedaría hasta Sagunto.

Allí, decidimos buscar ya un sitio donde pernoctar. Sari hizo unas cuantas llamadas y, finalmente, tras hablar con Carlos, nos decidimos por la Casa de la Estación de Mora de Rubielos (lugar donde ya nos alojamos en Abril de este mismo año, cuando ascendimos Peñarroya), todavía a 40 kilómetros de donde estábamos y con un ascenso de 11 kilómetros todavía hasta la Estación del puerto de Escandón. La verdad es que no las teníamos todas con nosotros. Sin apenas haber comido, la hora que era y la amenaza de lluvia, eran condicionantes que no animaban mucho. Pero, teníamos tan cerca el poder llegar a Sagunto al día siguiente… Carlos, que estaba en Teruel en ese momento, se nos uniría en algún punto de la Vía Verde. De esta manera, nos acompañaría y nos abriría esa maravillosa casa de Turismo Rural donde todos y cada uno de los seres que allá habitan son encantadores.

Puerto Escandón

Continuamos el ascenso hasta Puerto Escandón sabiendo que, por fin, comenzaríamos a bajar y aceleraríamos la marcha. Aún nos quedaban 30 kilómetros, así que teníamos la esperanza de aligerar nuestro pedaleo para no llegar muy tarde a nuestro destino. Iniciamos el descenso y, en apenas media hora, ya habíamos recorrido los 10 kilómetros que nos separaban de nuestro punto de encuentro con Carlos: Habíamos quedado en la Fonda de la Estación de Puebla de Valverde. ¡Bien! La cosa prometía.

Desde ese momento, Carlos estableció el ritmo, lo que, sin duda, nos dio alas. En una hora y cinco minutos, recorrimos los 20 kilómetros restantes. Habíamos conseguido llegar antes de las 18:30 y apenas había llovido. Estábamos contentos, no sólo de haberlo conseguido, sino de poder alojarnos en tan extraordinario enclave. Enseguida, Chuky, Teo y Ginna (a la que no conocíamos), nos recibieron juguetones y Carlos nos ofreció unas deliciosas uvas que colgaban de la parra.

La Casa de la Estación

El deseado descanso, la duchita y a cenar. Doble ración de sopa de cocido y, de segundo, un plato que, sólo de pensarlo, ya entra solo: huevos trufados sobre una base de patata, morcilla y jamón. Seguidamente, y antes de ir a dormitar, la interesante conversación de la sobremesa que, como era de esperar, se alargó más de la cuenta. Ya, marchamos a las camitas, sabedores de que alojarnos allá había sido la mejor elección. La amabilidad de Carlos y Merche (que en esta ocasión no estaba), lo acogedor y lo familiar del lugar, la vitalidad de los perros (que no paran de juguetear), las deliciosas cenas, la tranquilidad del entorno... hacen de La Casa de la Estación un alojamiento difícil de olvidar.


Perfil de la etapa

martes, 26 de noviembre de 2013

Daroca – Santa Eulalia (Daroca - Sagunto por la Vía Verde, Parte 1 de 3)


Daroca – Santa Eulalia

Murallas de Daroca

Partíamos de Daroca, Marti, Sara y servidor, justo en la intersección entre la Avenida Madrid y la Calle Luchente, dirección Val de Sanmartín. Pasado el río Jiloca y a unos 725 metros de nuestro punto de partida, giramos hacia la izquierda para tomar el camino que se dirige a Los Anchos (en Google Maps –GM a partir de ahora- Calle Alta), y que nos llevará hacia Villanueva de Jiloca y (a través de GM Camino letra B), San Martín del Río. Desde este punto, tomando el camino que discurre prácticamente paralelo a la N-234, a unos 11 kilómetros de Daroca, nos introducíamos en Báguena, en cuyo casco urbano destaca la torre mudéjar adosada a la iglesia parroquial de La Asunción de Nuestra Señora.

Puente Romano (Calamocha)

Aproximadamente a los 28 km, habiendo dejado atrás Burbáguena y Luco de Jiloca, llegamos a las cercanías de Calamocha (no entramos a la localidad para no desviarnos del camino), en concreto al punto donde el río Jiloca es atravesado por el denominado Puente Romano. Un buen sitio para parar, tomar un pequeño refrigerio (unas barritas de cereales), y rellenar los botes con el agua de la fuente allá ubicada. Tan sólo estamos a cinco kilómetros de El Poyo del Cid, pueblo elegido para nuestro primer pequeño descanso. Un bonito y tranquilo lugar para un rico almuerzo bajo el calorcito del Sol.

 Almorzando en El Poyo del Cid

Tomando la Avenida del río y la calle el Poyo, seguimos nuestro itinerario hacia Monreal del Campo, punto mínimo al que llegar en caso de alargar nuestra aventura a los cuatro días, ubicado a 42 kilómetros de Daroca. De camino, atravesamos Fuentes Claras, Caminreal y Torrijo del Campo, donde destaca la iglesia parroquial de San Pedro (con su esbelta torre de estilo barroco, aunque con elementos de tradición mudéjar en su parte alta) y la curiosa ermita de Santa Bárbara, que ha quedado en medio de la Calle El Calvario como si de un pequeño islote se tratara.

Compramos el pan y, seguidamente debatimos qué hacer. Hubo cuórum: Seguiríamos hasta Villafranca del Campo, donde pararíamos a comer. Allá, paramos en la plaza sita junto a la Iglesia de San Juan Bautista, la cual se ofreció a enseñarnos una amable señora; pero, debido a que estábamos en plena elaboración y posterior degustación de nuestros bocadillos, no nos dio tiempo a adentrarnos en su interior. Habíamos recorrido ya cerca de 60 kilómetros y las fuerzas empezaban a flaquear. No obstante, si queríamos intentar realizar la travesía en tres días, teníamos que llegar hasta Santa Eulalia. Estábamos cerca de nuestro objetivo, así que, después de comer y de descansar un poco las piernas, llamamos al hostal Suvesa para saber si teníamos alguna habitación disponible. La respuesta fue afirmativa, así que volvimos a pedalear con la intención de terminar la etapa lo antes posible.


Tomamos la TE-V-9024 dirección Peracense y, en el cruce, la TE-V-9026 en dirección Alba y Santa Eulalia que, en su inicio, transita paralela a las vías del tren. Sólo eran unos quince kilómetros los que nos separaban del final de etapa. Estaba chupado. Mas, no contábamos con el intenso viento. Durante esos malditos quince kilómetros, el viento nos pegaba de frente en esas dos interminables rectas, divididas por la presencia de Alba a mitad de camino, que parecían no acabar nunca. El viento, añadido al cansancio y a esas eternas rectas, acabó por desquiciarnos un poquito. Ya sólo había ganas de llegar, de ducharse y descansar.


Al entrar al casco urbano de Santa Eulalia la alegría se notaba en nuestras caras. Sólo nos quedaba comprar (lo hicimos en el Co-aliment de la calle San Pascual) y acercarnos al Hostal, que, desgraciadamente, estaba todavía a dos kilómetros y medio de donde estábamos. Bueno, era un último empujón… Pero, no. Sara había pinchado y tuvimos que hacer este último tramo (prácticamente entero), empujando las bicis.

Ya en la habitación, sacamos los parches y arreglamos las cámaras. Pero, la mala suerte había caído de nuestro lado. Una infinidad de pinchos habían quedado atrapados en las cubiertas de las ruedas de su bicicleta y, una y otra vez, las cámaras volvían a pincharse. Pinzas en mano, revisamos una y otra vez las cubiertas. Pasaban las horas y siempre había más púas. Finalmente, ya a las diez de la noche, parecía que habíamos resuelto el problema y decidimos marchar a cenar. Era tarde, teníamos hambre y muchas ganas de caer rendidos en nuestras camas.


Perfil de la etapa

Daroca – Sagunto (Estación), por la Vía Verde


Nuestra idea inicial era la de realizar la Vía Verde que une Ojos Negros (Teruel) con Sagunto (Valencia), aquella que recorre el antiguo trazado del ferrocarril minero que unía ambas localidades y que es la más larga de las existentes en España. Por desgracia, en la actualidad, no se ha convertido el trazado, como vía verde, en su totalidad. Por un lado, está sin acondicionar todavía el tramo que une Ojos Negros con Santa Eulalia. Por otra parte, la construcción de la A-23, así como de diversas edificaciones y carreteras, principalmente en el tramo que discurre desde Torres Torres hasta Sagunto, ha alterado parte de su itinerario. Es, sin duda, este último tramo el que, a pesar de estar señalizado (aunque de manera deficiente), se hace más difícil de seguir y, además, resulta francamente pesado, puesto que se convierte en un sinfín de subidas y bajadas, y de vueltas y más vueltas…

Finalmente, después de barajar varias posibilidades, decidimos que nuestro punto de origen sería Daroca y nuestra meta la estación de Sagunto, un total de unos 255 kilómetros que íbamos a dividir en tres etapas. Saldríamos el 21 de Octubre, Lunes, con la intención de llegar a nuestro destino el Miércoles, 23 de Octubre. De esta manera, si hacía buen tiempo, nos podríamos acercar a la playa a tomar un bañito en el mar. ¡No estaban mal las expectativas!
Como no sabíamos muy bien si íbamos a cumplir el plan diseñado (posibles fallos técnicos en nuestros velocípedos, inclemencias meteorológicas, estado de nuestras fuerzas o algún otro imprevisto), decidimos partir sin saber muy bien dónde hospedarnos; si bien, sí que teníamos claras algunas posibles localidades donde poder pernoctar: Monreal del Campo, Santa Eulalia, Teruel, Sarrión, Barracas y Sagunto, estaban entre las seleccionadas a priori. Mas, sería sobre la marcha cuando, según el discurrir del camino, decidiríamos el lugar idóneo para pasar la noche.

Fue una experiencia realmente positiva y gratificante. Por esta razón, quería compartir acá la ruta que seguimos por si, en algún momento, alguien se anima a realizarla. Lo haré en tres entradas diferentes, cada una de ellas con su mapa, el perfil según los datos tomados por mi GPS, algunas fotos y el enlace para descargar el track correspondiente. De esta manera, les será más fácil planear esta salida, ya que podrán hacerse una mejor idea de cómo es el recorrido, tanto en sus desniveles como de su itinerario, evitando que se pierdan o, al menos, que den alguna vuelta innecesaria.




Perfil de la travesía

lunes, 25 de noviembre de 2013

Els Catarres - Vull estar amb tu


Hoy les dejo con un vídeo de Els catarres, "Vull estar amb tu", perteneciente a su segundo disco Postals.

Conocí a Els catarres gracias a Marti, ya con su primer disco. Fue a través de su canción "Jenifer", que ya casi la pasamos al escuchar el disco de las veces que, en su momento, la trillamos, que decidimos seguir la pista al grupo. Así que, obviamente, al enterarnos de que tocaban en el Cruïlla, fue uno de los grupos que "enronchamos" en nuestro organigrama de horarios para, seguidamente, acudir a nuestra cita con Tiken Jah Fakoly, Goran Bregovic, Los Mambo Jambo, Trombone Shorty y Tego Calderón. Atrás, había quedado la noche de Rufus Wainwright, Billy Bragg, Suede o Wycleff Jean. En fin, que, a pesar de acumular cansancio, íbamos a ir a primerita hora para poder presenciar su directo.

Desgraciadamente para ellos y para nosotros, abrían el Sábado, así que iniciaban a las 18:30 bajo un Sol de justicia. En el recinto destinado al festival, aún no había mucha gente. Sería la hora, el cansancio, el calor, la preservación de fuerzas. Un cúmulo de factores que conducen a que el grupo que inicia jornada festivalera tenga más dificultades para que la presencia de público sea masiva.

Habíamos llegado con tiempo de comprar boletos y acercarnos a la barra para acceder a un bendito refrigerio. Había que apaciguar la sed que nos invadía con semejante calorina y que mejor que poder hacerlo con calma. Justo en ese momento, salieron Els Catarres y nos acercamos hacia el escenario. Allá estábamos, dos mañicos como únicos espectadores cercanos al escenario, cuando sonaron los primeros acordes de la banda. Enseguida, se acercó más gente y, poco a poco, se fue generando un rico ambiente. Fue un concierto divertente que, como único inconveniente, fue un horario poco propicio para la jarana y el baile. Aunque, a pesar de eso, la pasamos realmente bien.

En fin, que si les gusta el temiqui, pueden descargarse los discos en la página de Els Catarres. Y si les mola el disco, posteriormente, háganse con el CD, puesto que la cuidada edición (con sus postales en el interior), bien merece un mini esfuerzo económico.

¡Joder, parece que les esté haciendo publicidad! Jajajaja.

jueves, 21 de noviembre de 2013

Anuncio de la Lotería de Navidad



No sé cómo empezar. Y es que el anuncio de la Lotería de Navidad de este año 2013 me ha impactado. Sí, me ha dejado perplejo y anonadado... Pero, para mal.

Hacía tiempo que no veía algo tan casposo, cutre, ñoño y sinsentido en la publicidad televisiva. Es de mal gusto y, sinceramente, cada vez que aparece en la pantalla dan ganas de cambiar de cadena para no volver a sufrir con semejante patraña.

Éste, dirigido por Pablo Berger (el mismito que el de la aplaudida Blancanieves), es realmente vomitivo. El inicio, con los planos fijos, las lucecillas titilando en la oscuridad y el niño corriendo hacia, ya a vista de pájaro, la Plaza de la localidad segoviana de Pedraza, famosa por sus conciertos de las Velas, parece que nos va a llevar a un anuncio bastante atractivo. Sin embargo, en seguida se tuerce. Por orden, van apareciendo cantantes (para alguno esto le viene grande), de esos venidos a menos o que ya viven de las rentas, interpretando una versión del temazo "Always On My Mind" de Elvis Presley. Y, no sé si es mi apreciación o no, los veo allí como entes, casi etéreos, como si estuviesen puestos allí posteriormente. ¡Qué sensación tan horrible!

¡Y los gestos! ¡Ay, los gestos! ¿Pero que les pasa? Dan ganas de entrar en el televisor y decirles que dejen de darle "sensibilidad" y "emotividad" a sus acciones. ¡Es penoso! Sobre todo, a Raphael que, mientras tararea "na na na na na na nanana...", mueve la mano en uno de esos momentos televisivos más repelentes que he visto ¡Dios, no puedo más! Con lo que ha sido y lo qué es... Y la pobre Montserrat Caballé, a quien aún se le notan ciertas secuelas del ictus que sufrió el año pasado, en medio de semejante percal. ¡Madreeee!

El anuncio, obviamente, se ha convertido en la mofa de todos los corrillos. ¡Y con razón! El señor Berger ha desaprovechado un marco urbano maravilloso, ha seleccionado (si es que ha sido él, que eso estaría por ver), a "representantes" de la música española más que cuestionables y se ha cargado un pedazo tema del gran Elvis ¡Ay, si levantara la cabeza! Y, para colmo, lo mejor del anuncio, que es Montserrat Caballé, aparece como un pasmarote, en medio de tanta mediocridad, con unos primeros planos de su cara elegidos muy desafortunadamente. Razón por la que, tristemente, se ha convertido en el objetivo de risas y comentarios punzantes en diferentes medios.

Simple y llanamente, lamentable.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Pilarín


Llevaba unos días que, en mi trayecto hacia la piscina municipal donde voy a chapotear, veía estos curiosos peluches. Hoy, por fin, he sacado el celular y no he podido resistirme a sacar una foto de Pilarín, el moñaco de la Virgen del Pilar. Según reza su publicidad, es más que un peluche para que "los más pequeños puedan sentir su protección durmiendo abrazados a ella", destacando así su virtud milagrera que la hace famosa en el Mundo Entero.

Pilarica's stuffed power from the outer space!

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Airbag. Nuestro Invierno


Les dejo este vídeo del último disco, hasta la fecha, de Airbag: Manual de montaña rusa. Llevando su música hacia un terreno cada vez más powerpopero, pero sin olvidar esa esencia punckrockera que poseía en sus comienzos, han elaborado un disco de potentes joyitas pop que, sinceramente, me tiene enganchado. Letras simples que hablan del día a día: bares, relaciones sentimentales, playa, películas de serie B, ..., hacen que quiera montarme una y otra vez en su particular montaña rusa.

martes, 5 de noviembre de 2013

El tranvía: un retraso


Paseando por la mañanita de ayer, delante de mí, un hombre exponía airadamente que el tranvía de Zaragoza había supuesto un retraso. Comentada enojado que habíamos retrocedido 50 años y que ya sólo faltaba volver al trolebús. "No sé para que hacen lo del tranvía. Sí ya lo quitaron, por algo sería...Hemos retrocedido 50 años. Es una vergüenza..." Y así, que si patatín, que si patatán, fui alejándome.

Era extraño escuchar algo así, y más teniendo en cuenta que acababan de otorgar al Tranvía de Zaragoza el El Premio Obras Cemex con el que se pretende "fomentar la cultura de innovación continua en la construcción, reconociendo el talento de todos aquellos que hacen posible las mejores obras". Sin embargo, como es bien sabido, lo de los premios es discutible y no considero que pueda utilizarse como una contra argumentación a las palabras de ese señor.

.Mientras seguía caminando, no paraba de pensar en las palabras de esta persona y, ¡qué carajo!, me entraron ganas de haberle contestado. Este señor había pasado por alto que el verdadero retraso fue el de suprimir el tranvía. Fue en el periodo en que las ciudades vieron sometido su urbanismo al imperante dominio del automóvil. La época de las avenidas con dos-tres carriles, de la supresión de bulevares, de hacer que cualquier otro medio de transporte e, incluso, el peatón quedase relegado a un segundo plano. Fue el retraso de fomentar el uso del transporte individual, aislado y generador de humos, en detrimento de lo público y la no contaminación del aire.

Hoy, se podrá protestar contra ciertas cosas que ha traído consigo la implantación del tranvía: si se ha especulado con el suelo, cómo se han realizado las contratas públicas, el desembolso económico, el trazado,  la frecuencia que tiene, o las consecuencias que ha tenido sobre otros medios de transporte público y, sobre todo, para los trabajadores de éstas. Pero, protestar contra el tranvía como medio de transporte me parece una majadería absoluta. Con él, se fomenta el uso del transporte público y se suprimen carriles para los coches en favor de las bicicletas y del peatón. Y, de esta manera, se establece una mayor posibilidad de recuperar diferentes maneras de optar a la movilidad por la urbe. Acá se podrá argumentar si se podría hacer mejor o no, pero no es ese debate el que acá se expone.

Mal plan tenemos cuando los avances se perciben como retrasos. Mal plan...

lunes, 4 de noviembre de 2013

Fantástica viñeta


Hoy ha pasado por mi vista esta viñeta de Forges que recoge muy bien la frase de Ovidi Montllor: "Hay gente a quien no le gusta que se hable, se escriba o se piense en catalán. Es la misma gente a quien no le gusta que se hable,  se escriba o se piense".

Sin duda, es una magnífica manera de llamar a la reflexión a las personas que, inexplicablemente, protestan contra el uso del catalán, así como a aquellas que, obviamente, defienden su uso. Y es que, a aquellas personas que lo atacan, las coloca en su sitio: el de la intolerancia y el de la destrucción de la cultura y la libertad. Pero, por otro lado, recuerda que son éstas y sólo éstas, y no el resto de la ciudadanía, las que están en este posicionamiento.

Sin duda, faltan más artículos y viñetas de esta calidad en nuestros execrables medios de comunicación.

Gracias señor Borges