viernes, 30 de octubre de 2009

Puente...

Toca puente y, sin embargo, a algunos nos toca trabajar más. Que se le va a hacer...

Para aquellos/as que pueden disfrutarlo, que lo hagan a tope y que le den a la diversión sin límite.

martes, 27 de octubre de 2009

Con ZPhoto hasta AKI he aguantado...

Hasta ahora, había permanecido callado. Consideraba que debía dejarme llevar por el respeto a aquellos que, a pesar de las diferencias que fueron apareciendo, nunca dejaron de ser mis compañeros dentro del colectivo ZPhoto. Pensaba que, a pesar de ir observando ciertos comportamientos, de tener que escuchar ciertas cosas que no debieron ser proferidas hacia mi persona y de observar cómo la humildad se iba separando de algunas personas con las que entonces compartía lo que yo concebía (inicialmente), como un bonito proyecto, era más correcto permanecer callado y dejar que el paso del tiempo fuera poniendo a cada uno/a en su lugar (aunque no siempre así ocurre). Sin embargo este último suceso (uno de tantos, y tantos, a los que no voy a hacer alusión, ya que lo veo fuera de lugar), ha sido la gota que colma el vaso. Y es que, cuando la mezquindad, la puñalada trapera en la espalda, el comportamiento más rastrero, ha llegado, una vez más, hasta mi conocimiento, no he podido enmudecer por más tiempo.

Tuvo lugar ese deseado (por el colectivo) I encuentro de fotografía: Zaragoza Photo. Una de aquellas noches las cámaras de la revista AKI Zaragoza People, se acercaron hasta nuestras personas y nos fueron retratando. Finalmente (o previamente, no lo sé), decidieron informarse de qué carajo iba toda esta movida. Así que, supongo, hablarían con alguno de los miembros de ¿la galería? ZPhoto, como organizadora del Encuentro. ¡Mal! Organizador del Encuentro fue el Colectivo ZPhoto, NO Galería, puesto que NUNCA se ha registrado como tal. Así, pues, lo que, erróneamente, aparece como Galería ZPhoto debe ser nombrado como Colectivo ZPhoto, el cual sí que posee un local que realiza una función expositiva y al que, desde algún sector, se le ha empeñado en llamar galería.

Bueno, a lo que íbamos… Obviamente, había que hacer una reseña, un pequeño artículo del evento. Y, aunque escriba obviamente, yo no lo sabía en su momento, sino que el purito azar ha hecho que haya llegado hasta mí semejante descubrimiento. Nombres de participantes (conferenciantes, poetas, bailarinas, tallerista, etc.), venían acompañados de aquellos que pertenecíamos al colectivo y que, durante casi un año, habíamos estado trabajando en sacarlo adelante. Mas, algo no me cuadraba. El colectivo, aquel que había organizado el encuentro, estaba formado, en ese momento por seis personas; y, sin embargo, quedaban reflejados, en el artículo, tan sólo como organizadores y socios de la Galería (= Colectivo –como realmente hay que llamarlo-) ZPhoto: Eduardo Moreno, Diego Ibarra, Álvaro Calvo y Jorge Fuembuena. Las cuentas no me salían (o sí). Siempre habían sido seis. ¡Ah, claro! Faltaban Christian Losada (quien, por cierto, también estuvo tanto en la entrega de premios del Rally como en la clausura), y Vicky Méndiz. Asombrosamente, habían sido suprimidos de la organización de ese primer encuentro. ¡Gran chingada, mis cuates!

Mi primer pensamiento fue para los integrantes del colectivo. Pero, pronto, pensé en la revista AKI. Sí, me di cuenta de la incompetencia y falta de rigor de esta revista que tan lujosa parece, con sus páginas satinadas y su glamour por todos lados, y lo poco fiable y creíble que se me hacía de repente ante mis ojos. Quizás, aquellos que recabaron la información, se fiaron de aquella persona que se la otorgaba. Quizás, la conocían previamente, quizás confiaban en su confidente. Quizás, no; pero, al tratarse de alguien del colectivo, daba la suficiente libertad como para dejarse llevar por sus palabras. Ya ven, señores/as de la revista AKI, si tomaron la palabra de alguien en quien confiaban, les salió el tiro por la culata, pues les jugó una mala pasada. Si tan sólo hubiesen recabado un poquito de información por Internet, visitando la página del colectivo (quizás, y sería lo más lógico, ni Vicky ni el que escribe estén ya como miembros, puesto que decidimos marcharnos), con la nota de prensa, etc. habrían podido ver que se hallaban en un inmenso error al suprimir a dos personas en las líneas que escribían. Desde hoy, obviamente, si vuelven a intentar fotografiarme los de la revista AKI, me lo pensaré muy mucho, o si no, por si acaso, les pediré que me dejen poner una cartela en la que rece qué carajo hago en ese lugar, no vaya a ser que utilicen la imagen para hablar de alguna invasión extraterrestre o alguna vaina semejante.

Seguidamente, pensé en el colectivo y en lo rastrero que se puede llegar a ser para suprimir a dos personas que han estado trabajando en el proyecto durante casi un año. Después de tener que intentar darle una explicación al hecho de que se nos entrevistase en el Periódico de Aragón y yo me enterase una vez publicado el artículo por el correo “eléctrico” de un amigo; de observar atónito como dos integrantes menospreciaban, en los últimos compases del Encuentro y ante uno de los participantes, al resto del colectivo; de, con total ingenuidad, pensar que la supresión de Vicky y de mi persona en las imágenes del Encuentro y sus preparativos aparecidas en el Facebook del colectivo se debía a una falta de edición (por tiempo) de aquellas; finalmente, la aparición del artículo en la revista AKI (del que tampoco sabía nada), ha asentado en mi cabeza que tantos hechos no eran casuales, sino que estaban más que premeditados.

Mi entrada en el colectivo fue por Vicky Méndiz. Se llevaba idea de sacar adelante un encuentro de fotografía y accedí, sin pensarlo, a poner todo mi empeño en poder materializarlo. Quien me conoce sabe que me esforcé en ello y que, incluso, suprimí una semana de mis vacaciones, en la que podía haber estado en cualquier sitio, para poder avanzar en el proyecto. A pesar de ello, tuve que escuchar perlas como: “Christian, te falta compromiso con el proyecto”, de alguien que acababa de llegar de estar un mes de vacaciones (sin quitarse ni un solo día), para reincorporase a la labora… ¡Mala vaina, señores/as! Y para rematar la faena, y haciendo alusión al artículo de la revista AKI, recuerdo perplejo como se me decía: “Christian, somos un colectivo. No todos, tenemos que estar en todos los proyectos. “X” no ha hecho nada en relación al Encuentro, pero ha estado ayudando en lo del Cuarto Asalto”. Y, sin embargo, allí, en esa pequeña reseña, “X” aparecía como organizador del encuentro. ¡Otra cosa que no me cuadraba! ¡Una más!

En ese punto, o quizás unos días antes, no lo recuerdo, en el local que habíamos cogido (nunca galería, repito, como se han empeñado en llamarlo), expuse mi decisión de abandonar el colectivo por dos razones: la primera, del todo personal hacia ciertas actitudes que yo no iba a tolerar. La segunda, porque aquella idea original de la asociación, esa de fomentar la fotografía y hacer cosicas por la sociedad y “bla, bla, bla”, se diluía en mentes cargadas de ambición que, poco a poco, iban dándole tintes más de empresa que de asociación. Ya ven, otra cosa que no me cuadraba. Vamos, que había visto las orejas al lobo y no me apetecía ver al lobo entero.

Por eso, al terminar esta entrada, y aunque parezca una contradicción, sólo puedo dar gracias a AKI, por abrirme los ojos del todo y hacer que deje de ser tan políticamente correcto en este tema. Gracias a ese maravilloso articulito publicado en tus páginas me has dado pie a escribir sobre un tema que, hasta el momento, había mantenido oculto por deferencia a aquellos con los que compartí un sueño. Gracias por confirmarme que no me equivoqué en mi decisión de marcharme (y repito, marcharme), del colectivo ZP(h)oto, porque:

EMPRESA ENCUBIERTA COMO ASOCIACIÓN = FRAUDE y CORRUPCIÓN

Que les vaya bonito…

viernes, 23 de octubre de 2009

Mamma Mía!

Marchamos el último día de Pilares a presenciar el musical de Mamma mía!, allá en el Palacio de Congresos de Aragón, sito en el recinto de la Expo. Georgina, aquella linda quillita que nos acogió en Barcelona el día del concierto de Gogol Bordello, estaba en uno de los papeles protagonistas: el de la quillica que se va a casar. Y, sinceramente, no me apetecía perdérmelo. Quería verla actuar, bailar, cantar... dentro de ese gran espectáculo que es siempre un musical y, gracias a su cortesía, el poder entrar al recinto me ofrecía esa posibilidad.

La función fue, más o menos, como me esperaba, la verdad: Divertida en su conjunto y con algún momentillo (los menos), quizás algo más lentita en su transcurrir; con algunos diálogos bastante divertidos, que me sorprendieron en algunos momentos por contenido "picantón"; y con una historia que poco a poco iba liando a los personajes en un entramado familiar (padres-hija), que resultaba gracioso. Quizás, la mayor decepción fue por la decepcionante actuación de Nina. No sé si por cansancio, o por desánimo, a pesar de mostrar una innegable potencia de voz, apenas se le entendía en una deficiente vocalización y, además, en los momentos hablados sólo miraba al suelo, como si no tuviese que interactuar ni con el resto de personajes ni con el público.

Para finalizar, como no, mi recomendación, que no puede ser otra que la de animar a que acudan a ver el musical de Mamma Mía! ¡Y si actúa Georgina, todavía más!

Muchas gracias, quillita, por permitirme asistir a esa última función en Zaraguaya.

jueves, 22 de octubre de 2009

Ágora


Estuvimos viendo ayer, Marta y yo, Ágora, la esperada película de Alejandro Amenabar. Cuando llevaba apenas veinte minutos, más me parecía estar visualizando una película de Antena 3, de esas de sobremesa, que una súper producción europea. Poco a poco, la sensación de estar viendo algo que estaba por debajo del nivel esperado, se iba alojando en mi interior.

Afortunadamente, la película iba mejorando a medida que avanzaba su desarrollo. La intransigencia entre las diferentes religiones (y la violencia que ello conlleva), sobre todo, la cristiana, servía como telón de fondo para la historia de Hipatia, una no muy conocida filósofa, matemática y astrónoma de la Alejandría del Siglo IV. Y, entre medio, una doble historia de Amor-Desamor, que acaba convertido en amistad y/o fidelidad...

La película no está mal. Sin embargo, queda pobre: en los decorados, que parecen de cartón-piedra al estilo más cutre de la Serie B (luego dirán que los ordenadores mejoran los efectos especiales, buuuuf); en la dirección de las masas y tumultos, donde la gente pelea y corretea sin gracia; y en la historia, que queda un poco floja, la verdad.

Sin duda, una película que miraba muy alto y que, por diferentes razones, se ha quedado a media altura. Una penica, porque a mí, Amenabar, me gusta muito como director. Que le vamos a hacer... Vayan a verla y opinen, mis cuates.

lunes, 19 de octubre de 2009

Menos mal que no he de hablar

Pues sí, mis quillos/as, menos mal que no tengo que hablar, para comunicarme con ustedes, porque llevo la garganta como un pez volador después de beberse un litro de lejía. Así que les cuento que ya he llegado de Granada (bueno, regresamos el Miércoles), y que tengo que ir metiendo unas cuantas entradicas nuevas. Mas, la falta de time, de conexión en el hogar y mi estado de ambulante vodevil, por ahora, me lo impiden.

Una petición: Quéjense de la nueva política llevada a cabo en el Centro de Historia: No dejan conectar los ordenadores portátiles a la red eléctrica. En cuanto se te acaba la batería ¡CHOF! Murió...

¡Una gran chingada!

¡Reclamación! ¡Reclamación! ¡Reclamación!

viernes, 16 de octubre de 2009

Si la cosa funciona

El día en que el ketchup cobró vida y era capaz de regresar a su bote una vez expulsado de él, Marta (marmota), Mariángeles, el Sr. joven y yo, marchamos al cinema a ver la última película de Woody Allen: Si la cosa funciona. Fue nada más salir del currele, gracias al aviso de Marta, que pude acudir con mis compinches de la pradera a esta, para mí, obligada cita cinematográfica.

Había leído que regresaba el mejor Woody, puesto recuperaba un guión que había escrito allá en los años 70, al tiempo que volvía a rodar en su querido Manhattan. Así que esperaba encontrarme una película a la altura, no ya de Manhattan o Annie Hall; pero, sí de Desmontando a Harry (un peliculón en mi humilde opinión), o similar. Pues bien, a pesar de ser buena,no llegaba tampoco, según mi parecer, a tanto nivel.

Sí que volvía a presenciar una divertida comedia de enredos amorosos (o sexuales), de esas que nos tenía tan habituados el señor Allen, con frescos diálogos y sorprendentes situaciones. Pero, quizás, un protagonista tan llevado al extremo en su "odio" hacia la humanidad, me parecía excesivo. Es más, se me hacía hasta pesado y repetitivo. Sin embargo, gracias a la expresión amable de Larry David, así como su constante diálogo con el espectador (tomado como una total vehemencia por sus acompañantes de reparto en la película), le hacen algo entrañable e, incluso, se le llega a tomar afecto.

En definitiva, Si la cosa funciona retoma el ritmo de aquellas películas que quedaron en nuestra retina para siempre, pero quedando muy lejos de ser, como rezan algunos críticos, de lo mejor de Woody Allen. La cosa funciona; pero, no tanto como se está señalando.

Mas, como suelo decir: la peor comedia de Woody Allen, le suele dar mil vueltas a la considerada mejor comedia del año. Así que si ésta es buena, que lo es, pues no puedo dejar de recomendar que acudan a la gran pantalla a disfrutar de una gratificante hora y media de buen cine.

Ashes of Time - redux

Marché a ver esta nueva-antigua película de Wong Kar Wai, film que ha recuperado de una grabación de allá del año 1994. No sabía muy bien qué carajo iba a visualizar, excepto que había, como dijo un quillo que me encontré de camino, "chinos voladores con espadas". Después de una comidica vegetariana en Los Helechos y un cafelillo rumbero, nos sentamos el Señor Cuco y yo en las butacas de los Renoir para visualizar la peli en VOSE de este mes...

Un poco liosa de nombres y situaciones al principio, poco a poco iba tomando cuerpo una historia de amor, venganzas y amistad en la que los colores y los elementos de la naturaleza apoyaban con fuerza aquellas cosas que se iban sucediendo en la gran pantalla. "Fragmentada" en estaciones y predicciones del horóscopo, Ashes of Time se presenta como una película que, una vez más, refleja esa peculiar manera (para nosotros en Occidente), de entender la estética y el arte en los países del llamado Lejano Oriente.

Mi recomendación: vayan al cinema, mis cuates, y disfruten de esta película que, afortunadamente, puede disfrutarse en VOSE en la capital zaraguayana.

viernes, 9 de octubre de 2009

El Oso Humano

Hoy les dejo una auténtica joya. Sin duda, uno de esos carteles que dejan huella y que, nada más verlos, golpean tu cerebro para dejarlo en un estado de intensa búsqueda de aceptación de que lo que estás admirando es real.

Revolución en la ciencia
el OSO HUMANO

¿Venimos del Mono, o del Oso...?

Sinceramente, no me gusta nada la idea de que mis hermanos, los osos, estén en cautiverio y, menos todavía, en un circo. Pero... ¿a quién carajo se le ha ocurrido tan maravillosa majadería? Para mí, y aunque será un ser que permanecerá siempre en el más absoluto anonimato, el pensador de esta campaña publicitaria se ha convertido en mi nuevo ídolo. De verdad, gracias por ofrecernos tan inmenso y delicioso disparate. Y es que, ahora, cada vez que camino por las calles de la urbe y visualizo uno de estos carteles, mis pensamientos se propagan en una espiral de sinsentido y una amplia sonrisa florece en mi cara.

Aunque, por otra parte, también tengo un poco de miedo... ¿y si les da por llevarnos al circo a los humanos osos?


¡GLUP!

jueves, 8 de octubre de 2009

District 9

Marché ayer a visualizar District 9. De nuevo, iba sin muchas referencias, salvo las palabras del Señor Joven ("yo creo que a ti te gustará", me decía) y Marmota, quienes no la ponían mal. Bueno, y que el productor era el Señor Peter Jackson...

El planteamiento inicial, ya es bastante distinto al que solemos estar habituados, con una nave de "bichos" desnutridos a los que los seres humanos bajan a la Tierra para ofrecerles ayuda humanitaria. Sin embargo, pronto comienzan los conflictos, se forma un inmenso gueto y, para rematar la faena, se da un nuevo apartheid (de nuevo en Sudáfrica), donde podemos ver carteles que rezan "for humans only".

Con la nueva orden de llevarlos a una especie de campo de concentración para extraterrestres, nos metemos en el meollo de la película, que va desencadenándose entre la "amistad" entre un humano-semihumano-semiextraterrestre y un extraterrestre para poder cumplir cada uno su objetivo, pasando de la traición a la fidelidad según va avanzando la película. Asimismo, tenemos acción a raudales y unas cuantas tripas y cuerpos desmembrados por la pantalla.

Terminó la película y, sí, como decía el Señor Joven me había gustado. Sin embargo, de camino al hogar, con ese final tan, tan clarito, me vino una idea a la cabeza: como hagan una segunda parte, la cagan pero bien. Y es que, tal como termina (y si tiene éxito), bien fácil sería darle continuidad.

Sin duda, una interesante película y una buena opción para ir al cine y disfrutar un buen ratillo.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Ketchup especial

Fuimos a ver la última película de Woody. Al salir, se comentó la posibilidad de ir a tomar un bocadillo y, finalmente, optamos por ir a una hamburguesería no muy lejana de donde nos encontrábamos. Después de observar como marmota se pedía una hamburguesa con queso (tomate, cebolla y pepinillo), sin cebolla y pepinillo (tenía que ponerlo, quilla), salí a hablar con Marta por teléfono. Al entrar, ya tenía mi hamburguesa en la mesa, así que cogí la mostaza, eché un chorrillo dibujando una espiral y, seguidamente, tomé el ketchup entre mis manos.

- "No, espera, tienes que probar el ketchup especial..."

Me explicaron una extraña historia de que tenía que pedirlo en la barra. Era un ketchup picante y, obviamente, al oír esa palabra, mi mente dejó de trabajar y empecé a salivar como un pendejo. Sólo podía pensar y preguntar sobre su sabor, si era muy picante o poco, si tenía algún gusto especial... yo que sé. Finalmente, después de imaginarme un sabor picante exquisito, me levanté y me dirigí a la barra. Había salivado lo suficiente como para sólo poder tener ese más inmediato propósito en mi vida.

- "Perdona... eh... tienes el ketchup..."

Y mientras pronunciaba las palabras, la quillita, sonriente, asía un bote blanco de ketchup. Apuntó hacia mí y un chorro rojo salió disparado hacia mi camiseta. ¡Era falso! Una goma elástica rojiza volvía hacia su envase. Grité divertido por el susto, y grité, también con humor, a mis compañeros/as de mesa sobre su crueldad extrema. ¡Jugar con un sabor picante conmigo! Sin duda, tienen al demonio en el cuerpo... Les increpé entre las risas y el alboroto, entre la demencia absoluta y el conocimiento de que me la habían jugado pero bien.

La verdad es que me lo pasé súper bien allá, tomando nuestra guarrilla cena rebosante de colesterol (más de una vez al mes me niego, que lo sepan). Aunque, nunca podré olvidar su crueldad sin límites... jajajaja. ¡Maleantes!

viernes, 2 de octubre de 2009

Sueño tonto

Estábamos alrededor de una mesa. Entre nosotros, un hombre de unos cincuenta años. Debajo de una pila de papeles, había un libro. Extiendo la mano y lo cojo. Leo: "Henry Miller. Fire"

- "Hostias. ¿Tienes este libro? Joder... Te lo compro"

- "Buah, ni de coña... Esto no lo vendo ni loco"

- "Bueno, al menos me lo dejarás ¿no? Prometo que te lo devuelvo rápido"

Y mientras asentía con la condición de que se lo devolviese, mi cabeza ya sólo pensaba en fotocopiarlo y así tenerlo en mi estantería y poder leer y subrayar a mi antojo.

Desperté. Y nada más hacerlo, me vino inmediatamente una idea a la cabeza: "Pero, si Fuego no es de Henry Miller... es de Anaïs Nin ¡Vaya sueño más tonto!"