Estuvimos viendo ayer, Marta y yo, Ágora, la esperada película de Alejandro Amenabar. Cuando llevaba apenas veinte minutos, más me parecía estar visualizando una película de Antena 3, de esas de sobremesa, que una súper producción europea. Poco a poco, la sensación de estar viendo algo que estaba por debajo del nivel esperado, se iba alojando en mi interior.
Afortunadamente, la película iba mejorando a medida que avanzaba su desarrollo. La intransigencia entre las diferentes religiones (y la violencia que ello conlleva), sobre todo, la cristiana, servía como telón de fondo para la historia de Hipatia, una no muy conocida filósofa, matemática y astrónoma de la Alejandría del Siglo IV. Y, entre medio, una doble historia de Amor-Desamor, que acaba convertido en amistad y/o fidelidad...
La película no está mal. Sin embargo, queda pobre: en los decorados, que parecen de cartón-piedra al estilo más cutre de la Serie B (luego dirán que los ordenadores mejoran los efectos especiales, buuuuf); en la dirección de las masas y tumultos, donde la gente pelea y corretea sin gracia; y en la historia, que queda un poco floja, la verdad.
Sin duda, una película que miraba muy alto y que, por diferentes razones, se ha quedado a media altura. Una penica, porque a mí, Amenabar, me gusta muito como director. Que le vamos a hacer... Vayan a verla y opinen, mis cuates.
Afortunadamente, la película iba mejorando a medida que avanzaba su desarrollo. La intransigencia entre las diferentes religiones (y la violencia que ello conlleva), sobre todo, la cristiana, servía como telón de fondo para la historia de Hipatia, una no muy conocida filósofa, matemática y astrónoma de la Alejandría del Siglo IV. Y, entre medio, una doble historia de Amor-Desamor, que acaba convertido en amistad y/o fidelidad...
La película no está mal. Sin embargo, queda pobre: en los decorados, que parecen de cartón-piedra al estilo más cutre de la Serie B (luego dirán que los ordenadores mejoran los efectos especiales, buuuuf); en la dirección de las masas y tumultos, donde la gente pelea y corretea sin gracia; y en la historia, que queda un poco floja, la verdad.
Sin duda, una película que miraba muy alto y que, por diferentes razones, se ha quedado a media altura. Una penica, porque a mí, Amenabar, me gusta muito como director. Que le vamos a hacer... Vayan a verla y opinen, mis cuates.
1 comentario:
Te hice caso y me fui a ver Agora.
Me pareció fabulosa. El guión esta de 10 y contiene algunas escenas memorables (entrada de los cristianos en la biblioteca o las de Hipatia con su esclavo en el arenero intentando desentrañar el movimiento de las "herrantes")
Es cierto que, sobre todo al principio, el decorado puede cantar, pero te olvidas pronto de ese asunto, de todas formas creo que esta muy bien pensado la conjunción de lo digital con decorados "cartón piedra".
Hay un pero importante. No encontré conexión emocional. El personaje de Hipatia resulta demasiado lejano y a mi, cuando ya estoy enamorado de ella, me hubiera gustado más conexión. Pero me da que es premeditado, el autor la quiere así de distante para que este en el punto exactamente opuesto a tanta sin razón. porque la pelí no habla del cristianismo contra la filosofía, a mi me parece un alegato a favor de la razón y en contra de la sin razón; y la demostración que tipos listos (Cirilo es un crack) hay en todos los lugares.
Salu2 Córneos
Y no dejen de ir a verla.
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