Marchamos el último día de Pilares a presenciar el musical de Mamma mía!, allá en el Palacio de Congresos de Aragón, sito en el recinto de la Expo. Georgina, aquella linda quillita que nos acogió en Barcelona el día del concierto de Gogol Bordello, estaba en uno de los papeles protagonistas: el de la quillica que se va a casar. Y, sinceramente, no me apetecía perdérmelo. Quería verla actuar, bailar, cantar... dentro de ese gran espectáculo que es siempre un musical y, gracias a su cortesía, el poder entrar al recinto me ofrecía esa posibilidad.
La función fue, más o menos, como me esperaba, la verdad: Divertida en su conjunto y con algún momentillo (los menos), quizás algo más lentita en su transcurrir; con algunos diálogos bastante divertidos, que me sorprendieron en algunos momentos por contenido "picantón"; y con una historia que poco a poco iba liando a los personajes en un entramado familiar (padres-hija), que resultaba gracioso. Quizás, la mayor decepción fue por la decepcionante actuación de Nina. No sé si por cansancio, o por desánimo, a pesar de mostrar una innegable potencia de voz, apenas se le entendía en una deficiente vocalización y, además, en los momentos hablados sólo miraba al suelo, como si no tuviese que interactuar ni con el resto de personajes ni con el público.
Para finalizar, como no, mi recomendación, que no puede ser otra que la de animar a que acudan a ver el musical de Mamma Mía! ¡Y si actúa Georgina, todavía más!
Muchas gracias, quillita, por permitirme asistir a esa última función en Zaraguaya.
La función fue, más o menos, como me esperaba, la verdad: Divertida en su conjunto y con algún momentillo (los menos), quizás algo más lentita en su transcurrir; con algunos diálogos bastante divertidos, que me sorprendieron en algunos momentos por contenido "picantón"; y con una historia que poco a poco iba liando a los personajes en un entramado familiar (padres-hija), que resultaba gracioso. Quizás, la mayor decepción fue por la decepcionante actuación de Nina. No sé si por cansancio, o por desánimo, a pesar de mostrar una innegable potencia de voz, apenas se le entendía en una deficiente vocalización y, además, en los momentos hablados sólo miraba al suelo, como si no tuviese que interactuar ni con el resto de personajes ni con el público.
Para finalizar, como no, mi recomendación, que no puede ser otra que la de animar a que acudan a ver el musical de Mamma Mía! ¡Y si actúa Georgina, todavía más!
Muchas gracias, quillita, por permitirme asistir a esa última función en Zaraguaya.
1 comentario:
HOla Cristian
La reseña que hice del musical no lo fue, fue un descalabro de esos sentimentales que a veces me dan.
Ese fue el motivo por el que no hable de la actriz que interpretaba a Sofi, sin lugar a dudas la mejor de la noche: Estupenda voz, excelente interpretación.
Salu2 córneos.
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