lunes, 27 de febrero de 2012

Viviendo del cuento

"La auténtica y verdadera profesión moderna es ser FAMOSO, es el destino final de todo, es el objetivo...es el motivo de ser modelo, Fotografo, diseñador... ilustrador... la gente quiere ser FAMOSA".

Así comienza el capítulo 19 de Viviendo del cuento, de Juanjo Sáez. Quizás no esté de acuerdo en todo lo que va exponiendo; pero, considero ciertamente graciosas (y acertadas), muchas de las ideas que va desarrollando a lo largo de este libro-cómic.

Al leer esta parte (bueno, y unas cuántas más), me ha venido a la cabeza una idea que, en alguna ocasión, me viene a la mente: los "artistas" que realizan lo que yo denomino "obras para ganar concursos". Éstas son como obras en serie, mil y una veces repetidas (en diferentes épocas y por diferentes hacedores), pero que, de manera asombrosa, son premiadas por su ¿originalidad? Obviamente, no critico a quien las realiza (cada quien que haga lo que considere apropiado), mas creo que es un claro ejemplo de la frase con la que he iniciado la entrada.

Asimismo, mi pensamiento se ha ido a algunas de esas ocasiones en las que he opinado sobre ciertas cuestiones y la respuesta de las personas aludidas ha sobrepasado los límites de la educación y/o la simple cortesía: insultos, amenazas (hasta llegar al punto de darme miedo abrir el correo electrónico), alguna que otra falacia, son ejemplos de horribles descalificaciones sufridas. Al menos, me queda el consuelo de que, por ello, no me han sacado arrastras de ninguna sala...

Realmente, no entiendo el arte conceptual.

viernes, 24 de febrero de 2012

Muck and the Mires en La lata de bombillas


Pues sí, este Miércoles tuvimos la suerte de disfrutar de este grupico de Boston que hace un delicioso garage rockandrollero. Me avisó el Camilín (la verdad es que no me entero ni de la mitad de los grupos que tocan en Zaraguaya pues creo que hay muy poca difusión) y, obviamente, me apunté a señalado evento. Tras la cerveza radioactiva del bar Kublas, nos adentramos a la lata, donde ya comenzaba el concierto casi, casi, puntual.

Apenas duró una horica; pero, descargaron en ese tiempo un buen porroncico de temas. Sin duda un conciertico de lujo que, una vez más, nos ofrece la Lata de bombillas en su programación. De nuevo, lo más destacado en lo negativo fue el público asombrosamente estático. Sin duda, eso se contagia y quizás, al grupo, le faltó un poco de actitud.


La comprica de rigor no podía faltar. Dos vinilicos a la buchaca a muy buen precio que, ahorita mismo, los acabo de disfrutar ¡Oh yeah!

martes, 14 de febrero de 2012

Vacaciones de Verano: Bogotá - Pitalito

17 de Agosto

Es el primer día que no me despierto a las 5:55 horas desde que he llegado a Colombia. No obstante, tenemos que madrugar porque toca viajar a Pitalito. Por esta razón, desayunamos fuerte en casa de Rodri y cogemos un taxi para marchar a la Terminal de transporte. El conductor es muy parlanchín y, entre risas, nos cuenta sus líos amorosos con una japonesa, a pesar de estar casado.

En la terminal, antes de subir a la buseta, compramos la SIM Card, así que ya estamos “movilizados”. Viajar por Colombia en estos medios de transporte es curioso, porque de repente para en algún sitio y, sin avisar, baja toda la gente y… ¡es el momento de comer algo! Marta y yo, con el desconocimiento de ser nuestra primera vez, simplemente tomamos un refrigerio: probamos el pan de yuca. Después del pipí de rigor, seguimos hacia nuestro destino.

Nos ponen una película demencial: Fast and furious 5, con Elsa Pataky y todo…

La llegada a Pitalito es sobre las 20:15 aproximadamente. Al final, el viaje, ha durado más de lo esperado. Menos mal que llevábamos a un conductor de primera y adelantábamos a todo el mundo: carros (coches), motos, camiones… nada podía con él. Si vamos con otro, estoy seguro de que hubiéramos llegado a las 22:00 por lo menos.

[Taxis Verdes: 40.000 COL por persona con descuento de carné joven. Duración: 9 horas aproximadamente]

En el trayecto, suena una canción que nos acompañará en el recuerdo para el resto del viaje: “Te la meto, te la saco”, un gran temón.

De la Terminal de Pitalito, a la Octava. Es la zona donde encontraremos un hostal económico, según le indica una mujer a la que cedimos nuestro asiento para que no fuese de pie a Marta. El taxi cuesta 3.500 COL.

Tras recorrer un poco la zona, finalmente, nos alojamos en el Hotel Yoritania, donde la noche nos sale a 30.000 COL entre los dos. Y, seguidamente, nos fuimos a comer, justo al ladito, unos tamales bien ricos junto con una Póker. Hay que echarse a dormir pronto. Al día siguiente toca visitar San Agustín.

lunes, 13 de febrero de 2012

La labora estupenda...

 Imagen extraída de: http://www.erllano.org/

Acabo de leerme La catástrofe perfecta, de Ignacio Ramonet. Allá, a parte de numerosas apreciaciones que desmoralizan sobre el devenir del mundo en que vivimos, aparece un dato que me ha hecho reflexionar un buen rato. Se hace eco de un informe publicado por la OIT que denunciaba que, en el mundo (allá por el 2002), había “270 millones de trabajadores víctimas de accidentes laborales y 160 millones contraían enfermedades profesionales. El número de trabajadores que mueren por año en el ejercicio de su oficio superó los dos millones… Cada día, por tanto, el trabajo mata a 5.000 personas”.

Se podría argumentar que, en estas cifras, entran todas las personas que trabajan en la Tierra, muchas de ellas ajenas al denominado Mundo desarrollado. Pero, no olvidemos que de éstas, un elevado número trabaja para las grandes firmas globales que “producen donde la mano de obra es barata y venden donde el nivel de vida es más elevado”. Es decir, trabajan para empresas de aquello que se denomina Occidente, nuestro Mundo, el que se define como defensor a ultranza de los Derechos Humanos.

Bien es sabido que no me gusta la demagogia; pero, tampoco me satisface tener que soportar ese doble rasero con que nos dedicamos a criticar ciertas cosas y muchas otras no. Cuando aparecen noticias sobre algunas tradiciones que atentan contra los Derechos Humanos, ponemos el grito en el cielo.  Y, en seguida, aparecen multitud de comentarios xenófobos esputados desde la más reprobable visceral visión etnocentrista del Mundo. Esto no quiere decir que no debamos criticar estas acciones; no obstante, hagámoslo sin caer en la cosificación de toda una etnia, sociedad o, incluso, continente o religión. Condenemos la conducta y no a la cultura en general, pues está compuesta de multitud de individuos que, incluso, luchan contra esa tradición.

Pero, vayamos más allá. Tomemos los datos de Francia de 2002 que aparecen en citado libro, con lo que nos quedamos en un país de lo que ya hemos denominado como Mundo desarrollado. “Según la Caja Nacional de Seguridad en Salud, cada año el trabajo mata a alrededor de 780 trabajadores (¡más de dos por día!). Y hay alrededor de 1,35 millones de accidentes laborales, lo cual corresponde a (casi) 3.700 víctimas por día, es decir, (casi) ocho heridos por minuto en una jornada de ocho horas…”

España no se queda atrás. Si nos vamos a datos del año 2007 nos encontramos con estas escalofriantes cifras: “Entre enero y mayo de este año han perdido la vida en accidente laboral en España 460 personas, de las que 336 lo hicieron en su puesto y 124 "in itínere" (en el camino al trabajo o viceversa), según el Boletín de Estadísticas Laborales del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. En total, en los cinco primeros meses del año ha habido 732.642 accidentes. De ellos, 411.477 requirieron baja (1). Multipliquen esta cifra por dos y pico, y verán los números aproximados que saldrían para todo un año… ¡4.726 víctimas por día! Es decir casi 10 heridos por minuto en una jornada de ocho horas ¡Tremendo!


¿No son éstas cifras que ponen los pelos de punta? Ésta no es más que otra de las consecuencias que trae consigo este sistema productivo basado en la aplicación de esas políticas neoliberales que tan ricamente se defienden desde ciertos ámbitos y que, interesadamente, nos siguen llevando al equívoco de que desarrollo es sinónimo de crecimiento. Sigamos creciendo, entonces, sin preguntarnos para qué y, mientras, dejemos que, según datos más actualizados del INE, los de 2007 (que estarán por debajo de la realidad –no hay más que ver el dato de España y compararlo con los datos anteriormente mencionados-), sigamos teniendo cerca de dos muertes al día en el lugar de trabajo: España (572), Francia (584), Alemania (682), Italia (847).

Vaya, parece ser que esto no es una vulneración de los Derechos de la ciudadanía. No, mis cuates, esto es lo que llaman desarrollo…

lunes, 6 de febrero de 2012

Vacaciones de verano: Bogotá

 
Plaza de Bolívar (Bogotá)

14 de Agosto

Poco tiempo habíamos tenido para estar junto con Felipe y Milena. Además, no habíamos tenido la oportunidad de conocer a mi pequeño sobri Nicolás. Por eso, lo primerito que hicimos, después de desayunar, fue marchar al aeropuerto para poder despedirnos de ellos. Y, además, había que hacer entrega a Felipe de la camiseta del Calaveras y Diablillos, guardada en mi armario desde hace ya tres años a la espera de ese deseado encuentro. Demasiado tiempo, en mi parecer, para poder realizar ese presente…

Lo segundo que hicimos, esta vez por necesidad (y ya que en España no se puede), es ir a cambiar los euros “€”, por pesos colombianos “COL”. En este punto, considero preferible sacar dinero allá (a través del cajero), que cambiar dinero, puesto que te darán como máximo 2400 COL, por 1 €. De esta manera, se va perdiendo mucho más dinero por el camino que por posibles comisiones que te pueda cobrar el banco.

Como estábamos en Unicentro, aprovechamos para tomar un pequeño refrigerio. Unas ricas empanadillas acompañadas con ají como tentempié previo al almuerzo (lo que acá conocemos como comida), en casa de Juan Antonio y tía Maus. Allá, degustando una deliciosa sopa mexicana y un vinito de Ribera del Duero que llevamos desde acá, nos íbamos a juntar con más parte de la familia que vive en Bogotá: mi primi Mónica, Herman y una, por ser nuestro primer encuentro, tímida sobrinita llamada María Camila.

La comida (cena), fue en casa de los primis Mónica y Herman, donde comenzamos ya a plantear el que sería nuestro itinerario. Consejos, precauciones, lugares que visitar, nunca están de más a la hora de organizar (más bien saber a dónde irás y poco más), un viaje. De alguna manera, esta conversación nos acercaba ya a todo lo que vendría más adelante.

15 de Agosto

El desayuno iba a ser en un sitio especial. Marchamos a una hamburguesería que le gusta mucho a Rodri. Ésta tiene un encanto especial, al estar decorada de carteles de grupos de música y de películas que forman parte de mi particular “museo audiovisual”. Había que tomar fuerzas para nuestra primera incursión a las calles de La Candelaria, donde hicimos nuestra primera parada en la librería del Centro Cultural Gabriel García Márquez, un elegante espacio circular donde se pueden encontrar interesantísimas publicaciones.

Un tintico en el Centro Cultural Gabriel García Márquez

Antes de almorzar, Marta se compró una camisetica con los “Tres monos”. Bogotá es una ciudad situada entre los 2630 metros y los 3250 metros de altitud, razón por la que podríamos definir su clima como un Otoño fresquito. Es decir, que sus temperaturas oscilan durante todo el año entre los 6 ºC y los 24 ºC

El almuerzo es en la Plaza de San Andrés, dentro de un centro comercial. Es un día fresco, así que hay que tomar algo contundente. Marta le mete al ajiaco y yo al calentao. Mientras, en l exterior, está cayendo una lluvia que da hasta miedo. Menos mal que estamos a cubierto… Bueno, ya sólo queda hacer un poco de tiempo para ir a tomar una cervecita por la “T” y, más tarde volver a casa. Allá, como decidimos que hay que ser algo previsores, así que decidimos comprar ya el billete de avión para Cartagena. Nos metemos en la página de Avianca y nos salen realmente baratos. ¡Qué bien! Esto supone un pequeño ahorro con la previsión de gastos calculada.

16 de Agosto

Elegimos un nuevo lugar para desayunar. Para esta ocasión nos acercamos a la Universidad Javeriana, donde hay un ambientazo tremendo. El alumnado va de aquí para allá, hay vida y un continuo movimiento de gente, de conversaciones y risas que llenan la atmósfera.

Estos días de reencuentros, de adaptación y de toma de contacto, son al mismo tiempo, como ya han podido imaginar, una incesante carrera de preparativos. Esa mañanita había que acercarse a la estación de autobuses a por el billete a “Piticli” (nombre cambiado por mi absurda cabeza del verdadero “Pitalito”), donde nos alojaremos para ir a visitar el Parque arqueológico de San Agustín.

Elegimos viajar con Taxis Verdes, por un precio de 40.000 COL cada uno con descuento de carné joven (sí, el de acá de Zaragoza Conection), y una duración de 9 horas aproximadamente.

Asimismo, aprovecho el momento para fotocopiar y laminar (plastificar), mi pasaporte. Es una manera de poder llevar siempre encima una fotocopia y no perder el original por allá. Tras recorrer todas las terminales de autobuses, por fin logro llevar a cabo esta ardua tarea.

Pero, lograr fotocopiar y laminar un pasaporte es mucho más fácil que encontrar tabaco de liar en Colombia. Nos dirigimos al ladito de Andino, de nuevo por la “T”, a una especie de estanco. Allá, vivimos una de esas anécdotas que quedan retenidas en la cabeza y que, al recordarla, siempre vuelves a tener un instante de carcajadas. “Este es un lugar de vicio”, nos señala el dueño del local. “Acá se puede beber y fumar, porque es un lugar de vicio. Acá se venden puros…” Descubrimos entonces que el tabaco de liar es extremadamente caro, prohibitivo; pero, al menos, nos hemos reído de lo lindo con los comentarios del vendedor.

Pronto se hace la hora de almorzar (o más bien tarde, porque son ya unas horas…), así que vamos a la “T” a una crepería donde la comida es deliciosa.

  Y de allá, nos vamos a buscar a Pablo, mi otro sobrinito que tiene ya tres añitos. Es cariñoso y alegre, así que rápidamente nos ha encandilado, sobre todo a Marta. Con él, vamos al Andino, a unos recreativos que tiene su planta especial para los más peques. Hemos de dejar un rato a Pablo y Rodri allá porque tenemos una nueva misión: comprar calcetines para Marta, quien no siguió mis recomendaciones. Obviamente, eso tuvo sus consecuencias: Los días anteriores Marta tuvo que ponerse mis zapas (que le iban un poco grandes), mientras yo tenía que llevar mis zapas de río; por esta razón, tuvo que comprarse unos tenis, bien baraticos; y finalmente la mencionada compra de calcetines, que encontramos a buen precio en B-Kull.

El día había sido intenso. Así que la comida (recordemos que es la cena), fue a horas ya tardías. Fue en casa de tía Maus a base de unos perritos calientes preparados por Herman que estaban ricos, ricos. Yuuuuuum.

Antes de marchar a dormir, aun tenemos que pasar por casa de Mafe, no sin antes hacer una pequeña parada en casa de primis Mónica y Herman para que nos dejen un celular con el que poder realizar llamadas en nuestro periplo colombiano. En casa de Mafe, recordamos algunos de los momentos que vivimos cuando marchamos Rodri, ella y servidor a Barcelona. Fueron días que, sin duda, forjaron más fuertes lazos de unión.

Llegamos tarde a casa. Estamos cansados, pero la previsión vuelve a nuestras cabezas. Buscamos algún hostal donde alojarnos en Cartagena y reservamos uno a un precio bien barato. Madre mía, dónde iremos a parar…

sábado, 4 de febrero de 2012

Doppelgänger

Para hoy les voy a recomendar un librico que es una pequeña joya. Se trata, como habrán leído en el título de la entrada: Doppelgänger. Ocho relatos sobre el doble + bonus track.

Imagen extraída de: http://www.tajmahalcomics.com/

¿Y por qué esta recomendación? Pues por varias razones.

La primera es por corazón. Tener entre las manos una edición tan cuidada ya me produce cierta predisposición. La curiosa portada, la nota de los editores y la pequeña sorpresa que lleva en su interior ya dejan observar que quienes han editado este libro lo han hecho con el cariño de aquellos que aman la literatura. Sin duda, para mí eso ya ofrece valor a este libro.

La segunda es por la posibilidad de poder leer a diferentes escritores que, de otra manera, posiblemente, nunca habría llegado ni a conocer. El tener a mi pequeño panteón literario limita mucho mi apertura hacia el descubrimiento de nuevas figuras, así que ésta fue una oportunidad.

Asimismo, y como tercera razón, al contener la visión de varios escritores, nos ofrece una compilación de diferentes relatos cortos en los que el doble es tratado de distintas maneras. El formato manejable, la duración de los relatos y la fluidez de la escritura, otorga una lectura rápida y amena idónea para cualquier situación: el autobús, el metro, esperando en la cola del dentista, en la camita antes de dormir... Pero, por desgracia, esto también tiene sus contras y es que la calidad de los relatos, en mi opinión, es algo irregular. De hecho, tiene un par de relatos que, según mi apreciación, distan (para mal), muchísimo del resto.

No obstante, en su conjunto, Doppelgänger es una de esas joyitas que transmiten algo más que literatura. Lo devoré como un poseso y lo terminé casi, casi, de una tacada. Cuando algo engancha, es lo que tiene. Háganse con él (o con dos, que para eso es doble y uno al mismo tiempo), y déjense llevar...