domingo, 31 de julio de 2011

Va a ser que nadie es perfecto

Nueva sesión cinematográfica en casa. Pantallita, proyector, palomitas, coca-cola... todo preparado para visionar otra película en la comodidad del hogar. Para esta ocasión: Va a ser que nadie es perfecto, de Joaquín Oristrell.

En ésta, un ciego, un sordo y un cojo salen de marcha y... aunque parezca el inicio de un chiste, no lo es. Se trata de una comedia que, la verdad es que entretiene y te hace pasar un buen rato. En ella, los protas deciden salir a celebrar la última noche de soltero de Carlos (el ciego), quien se va a casar al día siguiente con su novia desde hace un porrón de años. En un momento dado, su salida de farra se rompe y acaban viviendo, cada uno por un lado, su propia noche. De esta manera, vamos descubriendo (al igual que lo harán ellos), cómo se comporta cada uno por separado, así como sus sentimientos, miedos, fortalezas, etc. Su discapacidad, tan patente y utilizada desde el principio de la película, poco a poco se va diluyendo hasta pasar a un segundo plano, mostrándonos simplemente a tres amiguetes y su manera de sortear las situaciones en las que les va poniendo la vida.

Aunque por momentos es muy previsible y, en ocasiones, poco creíble y exagerada (la escena del coche incluso me parece de bastante mal gusto, puesto que hay ciclistas, patinadores, peatones... que mueren por la imprudencia de un "tarao al volante"), en su conjunto es una comedia divertida y que hace pasar muy buen rato. Además, me gusta como el director, y a pesar de las situaciones y chistes tan puñeteros en que mete a los protas, trata la discapacidad desde el respeto y sin chorradas sensibleras. Una comedia graciosa que les hará pasar un rato divertido.

jueves, 28 de julio de 2011

Midnight in Paris

Mucho tiempo sin ir al cine. Así que tocaba "ir sobre seguro". La cita anual con Woody, aunque en mi ocasión tardía, llegaba a su hora. Poco o nada había oído de su nueva película, salvo excepción del éxito obtenido en Cannes.

 La película se iniciaba con varias imágenes de París. No sé, me recordó al instante a Manhattan y, por alguna extraña razón, pensé que iba a ser un filme flojo. Afortunadamente, me equivoqué. A pesar de algunos diálogos bastante tontorrones y de las personificaciones de los artistas que van apareciendo bastante simplonas y llenas de tópicos, volvía a presenciar un Woody más fresco que en las posteriores películas a Desmontando a Harry (y anda que nos han pasado años ni na'), aunque no tan reflexivo como en la genial Acordes y Desacuerdos. Rememorando, sobre todo, a la fantástica y maravillosa La Rosa Púrpura del Cairo, Woody vuelve a adentrarnos en el mundo de la ilusión, de los sueños, de las "vidas que nos gustaría vivir", aunque para esta ocasión no se sirve de la pantalla de cine, sino del pensamiento melancólico de un escritor neoyorquino y su añorada Francia de las años 20. 

 Así, el protagonista, recorre por las noches parisinas acompañado de diferentes personajes del arte y de la música de aquella época, supongo que, todos ellos, admirados por nuestro querido Woody. Es de destacar cómo sitúa la acción en el año 1928 (dato propiciado por el cuadro Baigneuse, de Picasso), para poder situar a todos aquellos personajes en París en ese mismo año (aunque difícilmente habrían coincidido en las mismas fechas). Aquí, radica quizás lo más flojo (que no malo) de la película, pues estos personajes son algo inexpresivos en ocasiones y, además, los diálogos son un poco chorras entre ellos. Sobre todo aportan a la trama  la obvia ilusión y fascinación del escritor por encontrarse con ellos, hecho éste que apoya su entusiasmo y admiración por ese tiempo pasado. No desentonan con el ritmo de la película y, para nada, se quedan en diálogos pobres, además de resultar bastante graciosos

Salí realmente contento de la sala de cine. Me gustó mucho, me entretuvo y, además, se nombra en ella al gran Henry Miller. Me faltó a Anaïs Nin, aunque he de resaltar que, cuando el prota lee el diario de Adriana, se puede señalar como una pequeña referencia.

Mi consejo es que no se la pierdan. Vayan a la sala y disfruten de una película que, al menos, permite soñar...

lunes, 25 de julio de 2011

Bebé

Fuimos al IKEA a comprar, entre otras cosas, estanterías para los libros que ya se han establecido en nuestro hogar. Al poco de coger un carrito, ante nosotros, había una estantería metálica llena de plantas. En ese momento, decidimos que nos íbamos a llevar una a casa... "Ésta, ésta, que es bien chula"

Comprar es cansado, así que nos tomamos una cañita. Nos preguntó el camarero: - "¿Qué es? ¿Árbol, arbusto o plantita chiquitita?" - "Plantita, o arbusto como mucho... que si no, no nos cabe en casa... ¿Te imaginas que sea un árbol?"

Casa. Estantería montada y el resto de cacharros que hemos comprado para la cocina bien guardados. - "¡Vamos a mirar los cuidados!" Y tecleamos: "Pachira aquatica"

"Origen: zonas pantanosas de México y norte de Sudamérica (norte de Brasil, Ecuador, Guayana, Perú).
Árbol perennifolio que en su medio natural alcanza 15-20 m de altura.

Grandes hojas de 25-35 cm, coriáceas, brillantes, palmadas.

Floración muy perfumada a lo largo de todo el año, aunque es efímera."

- "Joder, que es un árbol..."
Y como es pequeñito, pues ya lo hemos bautizado: Bebé. Es tan majico y lo cuidamos tanto, que estamos como locos con verlo crecer. Un árbol... ¡Qué grande!

sábado, 23 de julio de 2011

Hector "El Torito" Acosta: Tu primera vez

Hoy les dejo otra de esas maravillosas joyas audiovisuales que nos otorga el YouTube. Por un lado, una letra que no les dejará impasibles y, por otro, unas imágenes cargadas de simbolismo religioso que les dejará perplejos. Conjuntamente, consiguen atravesar todas nuestras barreras defensivas para noquearnos y presenciar inmóviles, sin poder despegarnos de la pantalla de nuestra computadora, esta nueva bomba procedente de la República Dominicana.


llegará un escalofrío
mas no sentirás molestia
todo será una fiesta
más abajo de tu ombligo
y en el puerto de tu cuerpo
mi barco anclará
oh ohhhhhhhh
niña, ya niña no será

miércoles, 20 de julio de 2011

Le chiavi di casa (Las llaves de casa)

Vimos, el Lunes nocturno, Le chiavi di casa (Las llaves de casa), en nuestra pequeña sala cinematográfica montada en el hogar. Después de El truco del manco, tocaba una segunda sesión de cine que reflexione sobre la discapacidad. En esta ocasión, nos encontrábamos de nuevo con que uno de los protagonistas (un chaval de quince años), tiene parálisis cerebral. Pero, hay una gran diferencia entre estas dos películas: El truco del manco se centra en las aventuras y desventuras de los protagonistas en un contexto de delincuencia y marginalidad, siendo la discapacidad del protagonista un elemento más para reflexionar sobre la superación de los obstáculos y el "echarle pitera al asunto". En cambio, en Le chiavi di casa, la discapacidad adquiere más protagonismo, convirtiéndose en el nexo de unión entre las diferentes reacciones de los/as protagonistas, y resaltando los condicionantes que ésta conlleva, no sólo en quien la posee, sino en quienes rodean a esta persona.
 
Sin sensiblerías ni búsquedas de lágrima fácil (algo que por desgracia ocurre a menudo en este tipo de películas), nos muestra el reencuentro de Paolo y su padre, quien por miedo lo abandonó el día de su nacimiento. Comienza aquí un nuevo camino para ambos, un camino de encuentros y desencuentros que, quizás condicionados por el parentesco sanguíneo, les irá uniendo demasiado rápidamente. Miedo, prejuicios, comprensión, incomprensión, debilidad, entereza, cariño, lucha, abatimiento, proteccionismo, responsabilidad, esperanza, culpabilidad, valentía, son diferentes estados de ánimo y actitud que van desarrollándose a lo largo de la película en los diferentes personajes. No olvidemos a la gran Charlotte Rampling inmersa en la frágil línea que une la fortaleza con el sufrimiento.
 
Se trata de una película intimista, sencilla, en la que las dificultades que atraviesan sus personajes tienen su contraposición en la amable manera con que está filmada, con momentos en que el humor nos provoca una cómplice sonrisa al observar las situaciones que viven los protagonistas. Se nota que me ha gustado mucho ¿no?

jueves, 14 de julio de 2011

El truco del manco

El otro día, volvimos a preparar el cine en casa. Había comprado hace poco, por un eurico, El truco del manco y decidimos verla. Tres Premios Goya (Mejor director novel, actor revelación y canción), y las buenas críticas recibidas, hacían presagiar que estaríamos ante una buena película. Preparamos las palomitas y comenzó la proyección.
 
En mi opinión, la película está bien. Es una película entretenida, con algún momento bueno; pero, poco más. Vamos, que está muy alejada de ser ese pedazo de película que defienden por ahí. Inmersos en un barrio marginal, nos acercamos a las vivencias (o subsistencias), de un quillo, "Cuajo", con parálisis cerebral amante del rap y su compinche de fatigas (técnico de sonido), en un contexto de miseria, drogas y delincuencia común. A pesar de ello, ambos quieren salir de esa situación en un infatigable (aunque con sus crisis), acto de autosuperación. Observamos algunos de los problemas de "Cuajo" en su cotidianeidad (entrar en la ducha, bajar escaleras, liarse un porrillo), algo que nos acerca a las dificultades diarias a las que se enfrentan estas personas. Nos volvemos pequeños espías de las movidas familiares que conlleva tener un padre alcohólico o un hermano que trapichea sin límite alguno, quizás los momentos más crudos y mejor llevados de la película. No obstante, y por desgracia, al director se le va de las manos.
 
En seguida, todo se lleva al límite, hasta el punto de perder toda credibilidad. Los momentos de las ventas de las PSP (o como le llamen) y de los visones son tan absurdos como irrisorios. Comprar PSP sin ninguna garantía, robadas o vaya usted a saber de dónde carajo habrán salido, a 200 € no tiene ni pies ni cabeza. Y menos todavía, que se las quiten de las manos. Y lo de los visones... ¡tiene delito! Ahí, en plena calle, a una tienda regentada por un chino sin ninguna muestra de lujo, yo que sé. Mal, mal. No sé, estos momentos serían divertidos para una comedia; pero, nada acertados para esta película supuestamente seria y de temática social.
 
Por otra parte, el sistema de fianza, castigo, venganza, se vuelve totalmente previsible e, incluso, desmesurado por falta total de criterio. "Ha sido mi hermano". Y ya está. Nos lo creemos y se la jugamos... Que produce, un final tonto y con supuesta moraleja. Sí, me han quemado el local, pero consigo hacerme el porrillo. Vamos, que no voy a caer y seguiré levantándome.
 
Por último, las actuaciones, marcadas por seres que gritan mucho. A pesar de que La Excepción es un grupo que me gusta, no me voy a dejar llevar por mis gustos musicales y voy a ser mínimamente crítico. El Langui no se merece un Goya ni a la de tres. Actúa, no mal, sino remal. Gritar mucho, no basta para parecer enfadado, cabreado o jodido hasta la médula. El hermano, otro que va. La quilla del bar, bueno... parece que está leyendo. El único que se salva es Ovono, con una actuación correcta aunque a veces le falte un poquico de emotividad.
 
Quedaría darle un repaso a los diálogos, llenos de palabrotas y no muy currados. Pero, sinceramente, creo que son acertados, puesto que la riqueza lingüística y la educación van, en muchas ocasiones (que no siempre), unidas de la mano. Y en este contexto de miseria, trapicheos y pillería no quedarían muy creíbles unos diálogos sin tacos y con abundancia de correcciones.
 
En definitiva, una película que se puede ver, que entretiene y que incluso llega a enganchar (aunque eso también lo hacen las pelis de Antena 3 de sobremesa), pero que cae en algunos despropósitos que hacen que pierda bastantes puntos.

martes, 12 de julio de 2011

Dudas…

Algunas dudas me asaltan, día sí día también, sobre cómo se va afrontando la crisis por parte de este país bajo mandato de los “consejos de la UE”. Vamos a ver:

Cuando comenzó toda esta vaina, se dijo, se comentó, se explicó por activa y por pasiva, que era necesario revisar este sistema. Hablamos del sistema capitalista, claro está. Vayamos a las palabras de dos famosos políticos que, por cierto, llevan gran parte de la batuta cantante en cuanto a las exigencias planteadas para saldar las deudas: Sarkozy: "hay que refundar el capitalismo sobre bases éticas"; Angela Merkel: “hay que revisar el modelo de acuerdo con la declaración de los derechos humanos”.

Así que, cuando el capitalismo falla y se va a revisar, se va a volver más ético y más acorde a los derechos humanos, por lo visto la solución es… ¡el neoliberalismo! ¿Y En qué consiste? Pues, a grandes rasgos, en reducir al mínimo la intervención estatal en materia económica y social, defendiendo el libre mercado capitalista como mejor garante del equilibrio institucional y el crecimiento económico de un país, salvo ante la presencia de los denominados fallos del mercado. Vamos, que un capitalismo exacerbado en el que la privatización y el recorte en el gasto social son dos de sus premisas. Bien, bien, ese es ser más ético, claro que sí.

Veamos qué sencillo es esto. Yo defiendo el neoliberalismo y, por supuesto, esa premisa del capitalismo en que papa Estado no debe de intervenir en la economía. Ahora bien, llega la crisis y ¡coñe, coñe! Que nos vamos a pique. Miedito, miedito… que sea el Estado el que se haga responsable de la deuda privada (esto debe de ser un denominado fallo del mercado, supongo). ¿No es esto tener mucha geta? De esta manera, llegamos al famoso rescate: dinero que el Estado ha dado como apoyo al sector financiero, que no es otra cosa que los bancos.

Pero, no acaba aquí la cosa. Con este primer punto, el del famoso rescate, el Estado ya empieza a tener más gastos. Y, claro está, éstos se ven agrandados con el aumento del paro, pues se entregan más subsidios y prestaciones. ¿Qué sucede entonces? Aumenta el gasto público y, como hay más paro, los ingresos disminuyen. Lo que lleva a un aumento de la deuda pública. Vaya, si al comienzo de este escrito la deuda era privada ¡no entiendo nada!

¡Ays! Qué perdido estaba. No veía que, ahora, los bancos (sí, esos mismos que recibieron la ayuda de papa Estado), prestan dinero y, a cambio, cobran intereses. Así que, si no me equivoco ¿no es el sistema financiero el que sale beneficiado de la deuda pública? ¿Y no fue el rescate de éste el que ha provocado la mayor parte de la deuda? ¡Aún entiendo menos!

Pues agárrate los machos, que ahora sí que te vas a caer de culo. Recordemos las palabras del principio: Sarkozy: "hay que refundar el capitalismo sobre bases éticas"; Angela Merkel: “hay que revisar el modelo de acuerdo con la declaración de los derechos humanos”. La solución: el llamado pacto del euro. ¿Y eso qué es? Nada, unas mediditas de na’ para ver si no aumenta la deuda. Un poco duritas na’ más. Mira, mira: los salarios aumentarán según la productividad y no con el IPC; se revisará (se recortará, mejor dicho), el gasto social (sanidad, educación, pensiones, etc.); se coordinará la política económica de la UE, obviamente beneficiando a las grandes empresas; aumentará el impuesto de tipo indirecto (el IVA), con lo que saldrán perjudicadas las personas menos pudientes; y disminuirán los de los salarios (el IRPF, sobre todo de las tasas más altas), con  lo que habrá menos guita para seguridad social y pensiones. Vaya, pues tiene muy buena pinta.

Como hemos visto, parece ser que el neoliberalismo se va a implantar de lleno como solución a un sistema capitalista que, según nuestros políticos, fallaba. Anda ¿y eso no va a hacer que disminuyan los impuestos? Que yo sepa, eso supone menos ingresos para el Estado y, por tanto, un aumento de la deuda. Pues claro, por eso hay que disminuir el gasto social. Si es que hay que explicártelo todo.

¡Jooooooooder! Como para no tener dudas…

sábado, 9 de julio de 2011

Ladrones...

Hoy, he bajado al trastero. Al llegar a la puerta de acceso al espacio que engloba todos los trasteros, me he quedado quieto, preocupado, extrañado. La puerta estaba doblada y con una mancha negra gigante con trozos donde se ve el fondo. He comenzado a llamar a Marta para que también lo viese y... ¡Se abre la puerta! ¡Susto, susto, susto! Al otro lado, un vecino. Nos saludamos. Me presento. Es a él a quien han robado. La mancha negra con ronchos se debe a la policía, que ha venido a tomar huellas. La puerta doblada, posiblemente con palanca. Pero, la pregunta es ¿Cómo carajo ha/n entrado en el edificio? La cerradura de la puerta que da a la calle no está forzada. Así que, como parece ser que ha sido esta noche, una de dos: o sabe/n bien abrir cerrajas, o tiene/n llave. Sin duda, este suceso da cierta intranquilidad...

martes, 5 de julio de 2011

De mudanza...

Estar de mudanza es una auténtico coñazo. Cajas, y más cajas, que se llenan de CD's y libros y que no tienen fin. Y cuando piensas que ya has terminado... ¡Zas! Más cosas. No se termina nunca. Un viaje, dos viajes, tres viajes... El coche, de lado a lado cargado de bultos. La bici, con su cesta llena y conmigo a cuestas con la mochila a la espalda y el carro de la compra en la mano haciendo malabarismos para no caerme de ella. Los paseos con maletas llenas de libros y objetos que pesan un quintal. La mirada a la casa que se va vaciando, poco a poco, pero que tarda más de lo esperado. La mirada ilusionada a la nueva casa; pero, desesperada al ver cómo se van apilando las cajas.

Estar de mudanza es un auténtico coñazo. Te quita todo el tiempo libre que tienes y, con ello y el trajín que lleva consigo, agota cuerpo y mente. ¡No puedo más!

Mas, estar de mudanza es algo maravilloso si vas a un nidito donde reina el amor, las risas, el cariño, los buenos momentos y la alegría. Sin duda alguna... ¡Me encanta estar de mudanza!