Uno puede -¡y uno debe!- vivir alegremente, en medio de un mundo poblado por doloridas y sufrientes criaturas. ¿Qué otro mundo hay para gozar la vida? Sólo sé esto: que ya nunca actuaré solamente por el hecho de actuar, que no me pondré en acción por el solo hecho de ser activo.
HENRY MILLER, El mundo del sexo
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