domingo, 2 de noviembre de 2008

Cerdito


Hoy era el día indicado. El Viernes, al llegar a casa, intenté introducir en mi hucha con forma de cerdito dos monedas de 1 céntimo. Atónito, observé que ya no cabían más y que éstas quedaban con la mitad de su circunferencia fuera. Así que, por fin, tocaba abrirla y extraer todas las monedas de 1 céntimo que habitaban en su interior.

No sé cuánto tiempo llevo alimentando a mi cerdito dorado con monedas de 1 céntimo, ni por qué decidí hacer semejante tontería, la verdad. Hoy, lo abrí y conté hasta 306 monedas. Tres euros, más o menos, en su interior.

¿Y qué carajo hago ahora con esas monedas? ¿Cambiarlas en un banco? ¿Pedir 306 deseos en alguna fuente? ¿Hacer un camino y esparcirlas para no volver a perderme?

Soy consciente de que acabo de hacer una memez. Me abrí, una vez más, como hice hoy con el cerdo. Lo he hecho desde mi interior, con inmensa bondad y sinceridad. Lo he hecho porque necesitaba "sacarlo". Las palabras escritas eran buenas, muy buenas. Sólo dos frases para expresarle todo mi apoyo, ese que le daré siempre, ese que espero nunca quitarle. Dos frases escritas con cariño, con ternura, con intensa dulzura. Y, quizás, sin embargo, le hagan daño. Tengo la maldita costumbre de hacer siempre lo que me pide el corazón...

Una vez, disfrutando de una apacible tarde de cañitas en el parque, una quillita que había conocido unos días antes, mientras me ponía la mano en el pecho, me dijo una frase realmente bonita: "Christian, tienes mucho amor para dar..." No sé porque me la dijo, pues no recuerdo la conversación que llevábamos. No sé porque me la dijo, pues tampoco nos conocíamos tanto. Pero, que carajo, acertó de cuajo. Dos frases escritas con cariño, con ternura, con intensa dulzura. Y, quizás, sin embargo, le hagan daño.

"Christian, tienes mucho amor para dar..." Por eso, tengo que sacarlo. Tengo la maldita costumbre de hacer siempre lo que me pide el corazón...

Hoy abrí mi cerdito y en él, por desgracia, sólo había dinero. Hoy abrí yo mi pecho y en él, por fortuna, aún me quedan infinitos "te quiero".

3 comentarios:

Javier López Clemente dijo...

El parecido es tal que todavía no doy crédito, ya ves, al final todo es dinero jajajaja

Salu2 Córneos

Lola dijo...

qué monada de cerdito, yo tengo una seta como hucha pero está vacía :(

dale esos tres eurillos a alguien que esté sentado en el suelo pidiendo, aunque se lo gaste en un cartón de vino :)

besos!

closada dijo...

Hola, lola.

Lo había pensado, pero llegué a la conclusión de que casi sería mejor ofrecerle entrar a un "minimarket" conmigo y comprar algo de comida que elija. ¿no? Ya veré. Quizás es más sencilla tu idea y, además, más provechosa para quien los reciba.

Gracias y besicos