lunes, 24 de noviembre de 2008

Buda explotó por vergüenza


La sesión cinematográfica de ayer, no como en otras ocasiones, quedaba un poco en el aire. Sólo sabíamos que quedaríamos en casa de carmeneta para cenar y, seguidamente, visualizar un film. Afortunadamente, en mi estantería de películas hay bastante cantidad y, además, muchas de ellas sin ver. Así que, ayer, tomé entre mis manos una película que, al adquirir, pensé en verla con Amaia; sin embargo, cosicas de la vie, no se llevó a cabo esa ilusión mía. Hace poco, la emitieron en la televisión; mas, al ver que estaba doblada, cambié rápidamente de canal y, posteriormente, accioné el interruptor de apagado total. Si el doblaje ya me enerva bastante, cuando se trata de niños/as, aún lo hace más...

Buda explotó por vergüenza es una película que no deja buen cuerpo. A pesar de las limitaciones en su ejecución y su "pobre" lenguaje cinematográfico, narra con gran intensidad el problema de Baktay (una niña de seis años), para ir a la escuela. Pero, sin duda, ese punto de partida inicial pierde protagonismo al mostrar la violencia que muestran los niños al imitar los actos de los mayores. Muestra así el irraciocinio de unos quillos que, tanto ejerciendo de taliban como de soldados estadounidenses, sólo muestran la cara de la guerra y la violencia. A través de este estúpido juego de la guerra, con unos niños que les da igual pertenecer a un bando o a otro, muestra la estupidez de los adultos, de aquellos que luchan por unos "ideales", por el dinero, por ¿la libertad?... Irracionalidad y sinsentido es lo único que hay.

A todo ello, se suman unas imágenes que agobian. Infinidad de primeros planos apenas dejan escapatoria para la vista. No hay espacio visual detrás de los personajes y eso angustia todavía más.

Creo que es una película que no hay que dejar de ver, puesto que nos presenta no sólo la realidad de un país, sino la irracionalidad de los conflictos armados, donde siempre salen perdiendo los mismos: los habitantes de los países que han sido bombardeados, invadidos, masacrados...

Tremenda y llena de sentido es la frase que cierra la película: "¡Muérete, si no, no serás libre!"

1 comentario:

scotty dijo...

A mi no me gusto mucho, la verdad. Es curiosa, es cruel, y es realista, pero es un poco coñazo, la verdad. ¡¡Yo hubo un momento que me puse de los nervios con la pobre cria!!