miércoles, 12 de noviembre de 2008

A bout de soufflé

Sí, esta nuit marché a casa de Javi para visualizar la película del gran maestro Jean-Luc Godard, ese director de mi devoción. Podría hablar de la importancia de esta película, de cómo revolucionó el Séptimo arte, de la Nouvelle Vague, de Godard, de Chabrol, de Truffaut... Pero, no. Simplemente, hoy voy a señalar que han de visualizar esta película, pues es imprescindible.

¿Por qué? Porque hoy prefiero hablar de lo bien que me sienta acudir a casa de un amigo/a y cenar, y contarnos nuestras cosas e intercambiar opiniones que, quizás, no lleven a cambiar el punto de vista, pero sí a sacar conclusiones y abrir la cabezota esa que tenemos para poder obtener diferentes perspectivas. Sí, ver "Al final de la escapada" es realmente cojonutto; mas, nunca será comparable a la compañía de alguien a quien quieres. De nuevo, una velada de lo más agradable, por la cena, el "paliqueo" rumbero y, surtout, por la compañía.

Gracias, quillo

3 comentarios:

Manel dijo...

Las noches de cine, cenita y charla son una maravilla, a mi en su día me dijeron que de los que más me gustaba hablar era de amor y películas, así soy, romántico y cinéfilo.

Genial la peli!!!!

Añoro esas noches, sé que pronto vendrán de nuevo.

Abrazo grande.

closada dijo...

Jejeje, en eso coincidimos: charlas de amor y cine, aunque le añado literatura y vida. Y más amor... jajajaja.

Un abrazo muy grande

Manel dijo...

En literatura ando cojito de las dos piernas, pero en vida te gano, jajajajajaja