Hoy (bueno, ayer), era el último día que estaban abiertas las piscinas municipales. Hoy, ha sido, por tanto, el último día de la temporada en que hemos podido ir a nadar. Comienza, así, un Verano en que mis opciones deportivas se ven mermadas por completo. No puedo correr; me he autoimpuesto no subir ningún pico este año; tampoco puedo ir a nadar... ¿Qué me queda, pues? Caminar. Ya me veo alguna noche caminando por la ribera del Ebro durante una horica o así para, al menos, sentir que no me oxido... ¡Con la pereza que me dará!
¡Ays!
¡Ays!
2 comentarios:
Que no! Que es muy relajante!
Sí, si relajante es... pero, necesito algo más de acción. Algo que me canse, que note que hago ejercicio. Pero, bueno, caminar va muy bien, la verdad.
Besines andarines
Publicar un comentario