Doble moralidad

Hablaba de esto precisamente hace unos días en otra entrada. Y, eso es precisamente lo que acaba de pasar con la noticia que acapara todas las portadas de los periódicos: "El Parlamento de Catalunya ha aprobado este miércoles prohibir las corridas de toros". Es curioso que amparándose en una reforma de la Ley de Protección de los Animales , sin embargo, se mantienen los correbous y correllaç, la suelta de toros y vaquillas en fiestas determinadas poblaciones. De nuevo, los políticos de nuestro circense país montando su espectáculo de trompeta, de sainete.

Pero, no sólo me la chingan los políticos, sino también los medios de comunicación. Portadas y portadas con la prohibición de las corridas de toros en Catalunya (por no decir Barcelona, pues era la única gran plaza, La Monumental, donde todavía se realizaba cruel festejo), y, sin embargo, no recuerdo yo que se diese tanto bombo y platillo cuando se prohibieron en Zaragoza los espectáculos cómicos o cómico-taurinos en los que participasen personas con acondroplasia (uno de los diversos tipos de enanismo) y en los que "se hiciesen mofa" de esa condición.

¿Por qué carajo no saldrá una ley que obligue a representar, de verdad, al pueblo y no los intereses de quienes nos gobiernan? ¿Por qué no se medirá con el mismo rasero los acontecimientos políticos y sociales dependiendo de dónde carajo ocurran? ¿Por qué Jesulín de Ubrique no tuvo más éxito con el "toa, toa, toa, ... te necesito toa? ¿Por qué hay pedos súper sonoros y otros más bien silenciosos? ¿Por qué muchos colectivos supuestamente tolerantes son tan cerrados, tan sectarios, y miran mal a determinada gente? ¿Por qué carajo inventaron las palomitas de colores? ¡Si son súper horteras...!