domingo, 25 de julio de 2010

El rostro del Fuhrer



Para hoy he preparado un cortometraje que conocí a través de Pedro. Se trata de Der Fuehrer's Face (1942), de la factoría Disney. Vamos a contextualizarlo. Esta grabación corresponde al periodo en que los estudios Disney colaboraron estrechamente con el gobierno, produciendo películas ¿educativas? y de formación militar, con cortometrajes como éste, Education for Death, Reason and Emotion o el largometraje Victory through air power, donde parece ser que defiende la idea de que era necesario construir más bombarderos para ganar la guerra.

El cortometraje, nos muestra al Pato Donald soñando con Nutziland (el país de los locos), que pronunciado en inglés suena como Naziland (país de los nazis). Además, aparecen retratados en cuadros Hitler, el emperador Hirohito y Mussolini, a quienes Donald saluda con el brazo en alto. Allá, Donald es llevado a su trabajo en una fábrica de municiones, donde trabaja hasta caer rendido sobre la cadena de montaje y, finalmente, medio tarado por el estrés. Pero, como imaginarán, termina con un final feliz: todo era un sueño. Al despertar, nuestro querido pato se abraza a La Estatua de la Libertad, símbolo de la democracia, sintiéndose orgulloso de ser un ciudadano de los Estados Unidos de América.

Es curioso que el señor Walt Disney, parece ser que ferviente defensor de la democracia (como muestra este cortometraje), formase parte de un proceso que rozó el fascismo, un proceso casi, casi, inquisitorial, en el que ciudadanos inocentes sufrieron persecución por simples sospechas. Hablamos de "La caza de brujas". Uno de los que se dedicó a delatar sus compañeros de profesión fue el querido Disney, aportando su granito de arena a las famosas "listas negras". Tan sólo hace falta recordar que una de las víctimas de esta histeria anticomunista fue Charles Chaplin (sí, el mismo que rodó El gran dictador), quien decidió marcharse de los EE.UU y fijar su residencia en Suiza.

Pero, no sólo fue una de sus mejores hazañas la de traicionar a sus compañeros de profesión, sino que en su cine había un claro mensaje propagandístico del capitalismo y del mítico American Way of Life (modo de vida americano), así como de la mujer subordinada al hombre y capacitada poco más que para las tareas del hogar. Vamos, una inmejorable posibilidad para educar a los niños del Mundo gracias a su legado fílmico.

A mí, estas personas que tienen esta doble moral no me resultan para nada honestas. Difícilmente me parecen seres en los que poder confiar. Pero, no hay que irse tan lejos. No hace falta llegar hasta estas esferas. Es bastante común encontrarse a personas de supuestas ideologías que no dudan en trabajar para empresas de ideología totalmente contraria, o incluso para entidades que están criticando airadamente, día sí, día también (incluso con folletitos y camisetas), y sólo por un intentar hacerse un hueco o por un puñado de euros.

Parece ser que el señor Disney bien sabía lo que hacía.

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