Imagen extraída de: http://fjnavas.files.wordpress.com/Hoy marché en bus al trabajo. Llegué a la parada y tomé el Público entre las manos (por cierto hoy va con Happy Together, del gran Wong Kar Wai), pero algo me llamó la atención. Un bocinazo y, al momento, un hombre gritando al taxista que tenía a su vera. De repente ¡zas! Sale del coche y comienza a golpear la ventanilla del taxi, gritando y de modo amenazador. Vamos, que si coge al taxista le mete una samanta palos que aún lo estaría flipando. El semáforo se pone verde y el conductor del taxi le mete al acelerador. Se aleja y, mientras, el otro hombre regresa malhumorado a su coche. Obviamente, como podrán imaginar, acelera en demasía y sale a toda velocidad.
- "¡Cuánta agresividad!" Pienso. - "Joder, si este hombre comienza así el día, cómo va a continuar..."
Es normal que pueda gritar e insultar por la rabia que da un fuerte susto. Es, simplemente, un acto reflejo. Pero, tras ese segundo de descarga, debiera haberse tranquilizado y relajado, y no haberse comportado como un energúmeno. Su estado era el de una persona llena de violencia, de ira, de un odio incontrolable. Y lo malo es que, cada vez, lo ves con más frecuencia. Esa es, parece ser, la manera de comunicarnos. Simplemente, me parece horrible.
- "¡Cuánta agresividad!" Pienso. - "Joder, si este hombre comienza así el día, cómo va a continuar..."
Es normal que pueda gritar e insultar por la rabia que da un fuerte susto. Es, simplemente, un acto reflejo. Pero, tras ese segundo de descarga, debiera haberse tranquilizado y relajado, y no haberse comportado como un energúmeno. Su estado era el de una persona llena de violencia, de ira, de un odio incontrolable. Y lo malo es que, cada vez, lo ves con más frecuencia. Esa es, parece ser, la manera de comunicarnos. Simplemente, me parece horrible.
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