Pues sí, terminó el Mundial con la esperada victoria de "La roja". Realmente, por su juego, por su seriedad en el campo, por su buen hacer como equipo, la selección española ha ganado más que merecidamente el Mundial. Y lo hizo contra una selección holandesa deplorable que no salió a jugar al fútbol, sino a dar patadas y frenar, así, todo el rato el partido. Y lo hizo con un árbitro lamentable, que permitió a los jugadores holandeses desarrollar sin pudor un juego rudo que bien podría haber lesionado a más de uno.
Ayer, volviendo a casa en mi querida Boogaloo me vino a la cabeza, como no, la selección alemana. Pensé que, sin duda, era la segunda mejor selección del Mundo (por detrás de España). Sí, había quedado tercera; pero, eso que más da. Perdió contra España en la que fue una final adelantada, después de haber desplegado un fantástico juego contra Inglaterra y Argentina. Y ganó a Uruguay, con lo que, al menos, iguala a Holanda en cuanto a victorias. Pero, hay algo que la hace superior, algo que le da una mayor categoría que al equipo naranja: su juego limpio. Comparen el número de faltas y la limpieza en las entradas entre un partido y el otro. Alemania no pudo desplegar su juego contra España; pero, no, por eso, reventó el partido. Jugó limpio, algo que, sin duda, otorga gran categoría a esa selección. Y eso, añadido a su buen juego durante el resto del Mundial, le lleva, para mí, a ser la segunda mejor selección del Mundo, por encima de Holanda (segunda clasificada), a la que se le tendría que caer la cara de vergüenza por hacer un partido tan bronco. Es, por esta razón, por su rudeza en el campo, que la desautorizo a ser la segunda mejor selección, porque la limpieza en el juego también es importante y hace a un equipo más grande.
Ayer, volviendo a casa, por las calles, todo era euforia y alegría. Pitidos, cánticos, frases emotivas:
- "Olé, venga esos enamorados..."
Ayer, volviendo a casa, por las calles, todo era emoción, todo era unión. Banderas, bufandas, camisetas...
Lo malo es que, dentro de unos días, por las calles, todo volverá a ser como antes. Chillidos, insultos, bocinazos, malas caras, desunión. Es una pena que sólo nos una esto. ¡Ays!
Hoy he estado viendo un rato la celebración. He visto a Reina dándolo todo y lo he flipado mil veces con el mogollón de gente que estaba allá presenciándolo. Así que, que más puedo decir: Enhorabuena a la selección española de fútbol por su gran victoria, totalmente merecida en un Mundial en que ha sido claramente superior al resto.
Ayer, volviendo a casa en mi querida Boogaloo me vino a la cabeza, como no, la selección alemana. Pensé que, sin duda, era la segunda mejor selección del Mundo (por detrás de España). Sí, había quedado tercera; pero, eso que más da. Perdió contra España en la que fue una final adelantada, después de haber desplegado un fantástico juego contra Inglaterra y Argentina. Y ganó a Uruguay, con lo que, al menos, iguala a Holanda en cuanto a victorias. Pero, hay algo que la hace superior, algo que le da una mayor categoría que al equipo naranja: su juego limpio. Comparen el número de faltas y la limpieza en las entradas entre un partido y el otro. Alemania no pudo desplegar su juego contra España; pero, no, por eso, reventó el partido. Jugó limpio, algo que, sin duda, otorga gran categoría a esa selección. Y eso, añadido a su buen juego durante el resto del Mundial, le lleva, para mí, a ser la segunda mejor selección del Mundo, por encima de Holanda (segunda clasificada), a la que se le tendría que caer la cara de vergüenza por hacer un partido tan bronco. Es, por esta razón, por su rudeza en el campo, que la desautorizo a ser la segunda mejor selección, porque la limpieza en el juego también es importante y hace a un equipo más grande.
Ayer, volviendo a casa, por las calles, todo era euforia y alegría. Pitidos, cánticos, frases emotivas:
- "Olé, venga esos enamorados..."
Ayer, volviendo a casa, por las calles, todo era emoción, todo era unión. Banderas, bufandas, camisetas...
Lo malo es que, dentro de unos días, por las calles, todo volverá a ser como antes. Chillidos, insultos, bocinazos, malas caras, desunión. Es una pena que sólo nos una esto. ¡Ays!
Hoy he estado viendo un rato la celebración. He visto a Reina dándolo todo y lo he flipado mil veces con el mogollón de gente que estaba allá presenciándolo. Así que, que más puedo decir: Enhorabuena a la selección española de fútbol por su gran victoria, totalmente merecida en un Mundial en que ha sido claramente superior al resto.
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