Hace un time, dediqué una entrada a ciertos mensajes nocturnos que me estaban llegando. Pues bien, ayer volví a recibir uno, pero esta vez ya era demasiado jarto. Sonó, sobre la 1.00 de la madrugada el "bip... bip". Me había llegado un mensaje. Al abrir me encontré esto:
Me puse a gritar y fui corriendo al salón de mi hogar. Allá, Aurora y Choni me miraban extrañadas. - "Mirad, leed, escuchad lo que me ha llegado... ¿Qué hago?". Decidimos que sería buena idea llamar al quilo en cuestión (el tono de fondo era de Fito y Fitipaldis), pero no cogió su celular. Así que, le mandé yo un mensaje:
Al rato, el "bip... bip" volvió a sonar:
No lo podía creer. ¡Este tío está enfermo, carajo! ¿Cómo podía parar esto? Sí, sí, habíamos decidido que sería buena idea contestar y, al mismo tiempo, solicitar una aclaración:
No hubo respuesta alguna. Estaba nervioso, me subía por las paredes. Afortunadamente, mis quillitas empezaron a bromear con el asunto, sin parar de hacer frases con doble sentido... Eso me relajaba un poquito. Me eché a dormir.
Hoy, de mañanita, me despertó una llamada perdida desde ese mismo número de teléfono. ¿Qué carajo le pasa a este tipo? ¿No entiende que se ha confundido? ¿Está fatal de la cabeza o qué? Está chingada esta vaina, quillitos/as.
Lo malo es que no sé cuándo terminará. Mientras tanto, echaré a dormitar con la duda de si volverán a despertarme con otro mensajito... ¡Sig!
Hoy, de mañanita, me despertó una llamada perdida desde ese mismo número de teléfono. ¿Qué carajo le pasa a este tipo? ¿No entiende que se ha confundido? ¿Está fatal de la cabeza o qué? Está chingada esta vaina, quillitos/as.
Lo malo es que no sé cuándo terminará. Mientras tanto, echaré a dormitar con la duda de si volverán a despertarme con otro mensajito... ¡Sig!
1 comentario:
los móviles nos esclavizan y a veces nos hacen insinuaciones fuera de tono...
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