Ayer nos fuimos a ver a Dent May and his magnificent ukelele al Café Hispano. La verdad es que no había oído mucho de este ser y, mucho menos, había visto ninguna imagen de él. Pero, con lo escuchado en la Red, supe que era uno de esos concierticos que hay que ir a ver.
Previamente tocaba Silvia Sola, así que nos fuimos a hacer tiempo a un bar cercano (cuatro euracos la cerveza en el Hispano me parece excesivo para mi monedero). No es que esta quillica sea mala, ni mucho menos; pero, esa noche nuestros cuerpos no estaban con la apetencia de presenciar su directo. Nos acercamos sobre las 22.15 a la sala, justito cuando estaba a punto de acabar la quillita de tocar.
Cuando salieron Dent May y su compinche, lo primero que pensé era que parecían los típicos pardillos y raros de un pueblo profundo de los EE.UU. Sí, el señor May tenía la apariencia de un típico nerd de película, con su camisa cuadros por dentro del pantalón, sus grandes gafotas, su cinturoncico... y todo esmirriadico él. Seguidamente, me fijé en lo sonriente que era el quillo, todo el rato con su curvatura de oreja a oreja... y así terminó la primera canción.
El concierto, en mi opinión fue creciendo en intensidad, pasando de ser un poco frío a, poco a poco, entrar en calorcito y ganar en alegría, bailoteo (poco como suele ser costumbre en esta ciudad en este tipo de conciertos) y diversión. En cuanto a la música, pasó por el pop, el swing y el folk, sin dejar el country de lado, con una versión de Prince incluida.
Al terminar, no pude resistirme a llevarme el vinilo a casa. Por eso, les pongo mi vinilero dando rulo mientras mis moñacos bailan al son...
Previamente tocaba Silvia Sola, así que nos fuimos a hacer tiempo a un bar cercano (cuatro euracos la cerveza en el Hispano me parece excesivo para mi monedero). No es que esta quillica sea mala, ni mucho menos; pero, esa noche nuestros cuerpos no estaban con la apetencia de presenciar su directo. Nos acercamos sobre las 22.15 a la sala, justito cuando estaba a punto de acabar la quillita de tocar.
Cuando salieron Dent May y su compinche, lo primero que pensé era que parecían los típicos pardillos y raros de un pueblo profundo de los EE.UU. Sí, el señor May tenía la apariencia de un típico nerd de película, con su camisa cuadros por dentro del pantalón, sus grandes gafotas, su cinturoncico... y todo esmirriadico él. Seguidamente, me fijé en lo sonriente que era el quillo, todo el rato con su curvatura de oreja a oreja... y así terminó la primera canción.
El concierto, en mi opinión fue creciendo en intensidad, pasando de ser un poco frío a, poco a poco, entrar en calorcito y ganar en alegría, bailoteo (poco como suele ser costumbre en esta ciudad en este tipo de conciertos) y diversión. En cuanto a la música, pasó por el pop, el swing y el folk, sin dejar el country de lado, con una versión de Prince incluida.
Al terminar, no pude resistirme a llevarme el vinilo a casa. Por eso, les pongo mi vinilero dando rulo mientras mis moñacos bailan al son...
Dent May: 26 miles (Santa Catalina)
2 comentarios:
Buahhh...qué grande!!me ha gustado mucho mucho...
Aunque se nota que tu favorito es Lucho...te pasasssss
Lunita se pone celosa...jijiji
Petons de la pequeña Padawan
No es que Lucho sea favorito. Hemos de recordar que Lucho tiene una sección en este Blog, aunque hace ya un tiempo que no ha escrito. La idea de hacer el vídeo ha sido suya...
¡Eso, eso! Ha sido mi idea...
¡Pero qué haces, Lucho!
Pues contestar yo, que soy el aludido... ¡Ays!
Besos
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