Recibí tu inesperada llamada. Me duele no volver a saber de ti; me duele este último año y medio; me duele que seamos recuerdos; pero, quizás, lo que más me duele es tu llanto. No llores, porque ni tú ni yo nos lo merecemos...
Adiós
3 comentarios:
Anónimo
dijo...
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3 comentarios:
un besico
Y lo recibo con una sonrisa.
Muac
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