Maldita garganta, creo que me va a matar. Sin duda, comenzó a "infestarse" el Miércoles matinal, día que acompañé a Mariachi a que se hiciera un tatuaje. La casa de Moya tiene gatos y mi alergia, por desgracia, produce en mí un mal estado bastante desagradable. Varios estornudos, múltiples toses, ojos enrojecidos... Allí empezaría mi desazón. Por la tarde, dolor de garganta y de cabeza, por extensión. A las 9 de la noche era una auténtica piltrafa.
El Jueves levanté algo mejor. Afortunadamente, a pesar de la irritación mi malestar era llevadero. Llegó la noche y había que celebrar el cumpleaños de Carmeneta en l'Albada (las fotos en su Blog), lugar donde nos reunimos todos los Jueves salvo extrema precariedad. Como de costumbre, la velada fue agradable, con la diferencia de que en esta ocasión (claro está), eramos más gente.
Cuco y yo estrenando la nueva cámara de Carmeneta. Puede observarse que somos bastante memos, jajajaja.
Y hoy llegó la hecatombe. Mi garganta me duele y ya ha empezado a extenderse hacia abajo. ¡Mucosas fosforitas al poder! Es un dolor fuerte, al tiempo que me produce un malestar general por todo el cuerpo, que me jode en demasía cuando me pongo a hablar. Y como en mi curro apenas tengo que hablar...
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