miércoles, 9 de diciembre de 2009

Nadar

Imagen extraída de: http://www.ipodtotal.com/imagenes/noticias2/swimbelt-ipod-nadar.jpg

Los días que voy a nadar son geniales. Llegas a la piscinica, te pones el gorro y las gafas, y te zambulles en la pileta. Primero, 900 metros; luego, tras el descansito de un par de minutos, otros 900... y te sales a los chorricos a presión que te masajean piernas y espaldas. Para finalizar, la duchita de rigor. ¿Para finalizar? No. Porque, seguidamente, nos vamos a tomar un café con leche y una pulguita (de jamón serrano y tomate), para reponer fuerzas. Y ¡carajo! te quedas como nuevo, con un porronsiiito de energías para afrontar el resto del día.

Realmente, es un placer ir a nadar. Y si es con vos, muchísimo mejor.

3 comentarios:

Sally dijo...

Libera cuerpo y mente y después te sientes mucho más ligero. ¡Dios mío! Sólo me falta decir que te da alas y esto va a parecer un anuncio de Red Bull.

Anónimo dijo...

¿gorro y gafas? ¿y ya?... Mmmmm habrá que ir a tu piscina a echar una ojeada, jijiji

Fuera de bromas, es cierto, dejas en el agua muchas cosas, las malas, quedándote con toda la energía positiva necesaria para aguantar hasta la siguiente vez que te sumerjas.

closada dijo...

Pues sí, Sally, si sigues poniendo comentarios así, pronto me convertiré en un dibujo con nariz de berenjena y saldré volando por ahí... jejejeje.

Bueno, anónimo, veo que he de recordar que también llevo el bañador, jajajaja.

Besicos