Desde hace un tiempo, no tenemos tele en el hogar. Bueno, realmente, una tele sí que hay. Lo que pasa es que no funciona. Antes, apenas la veía. Las noticias de la CNN+ y, cuando daba tiempo, las de algún que otro canal. Quizás, en alguna ocasión, algún deporte, sea basketa, balonmano, atletismo... yo que sé. Pero, desde hace un tiempo, no tenemos tele en el hogar.
Los/as niños/as con los que trabajo se extrañan cuando me preguntan si he visto tal o cual cosa y yo les digo que no... "es que no tengo tele en el hogar". Me miran contrariados, ponen los ojos grandes y preguntan: - "¿Y entonces qué haces?" - "Pues leo, hablo con mis compis de piso, hago mis cosicas con el ordenador (como ahora, que actualizo el Blog), veo películas, quedo con mis compinches..."
Desde hace un tiempo, me doy cuenta del privilegio que es no tener tele en el hogar
Los/as niños/as con los que trabajo se extrañan cuando me preguntan si he visto tal o cual cosa y yo les digo que no... "es que no tengo tele en el hogar". Me miran contrariados, ponen los ojos grandes y preguntan: - "¿Y entonces qué haces?" - "Pues leo, hablo con mis compis de piso, hago mis cosicas con el ordenador (como ahora, que actualizo el Blog), veo películas, quedo con mis compinches..."
Desde hace un tiempo, me doy cuenta del privilegio que es no tener tele en el hogar
No hay comentarios:
Publicar un comentario