Como ya estamos a puntito de terminar el año, dejo acá la ya tradicional tarjeta de felicitación de Entre Yuca y Palma. Para este año, un homenaje al Principito, razón por la que, obviamente, he decidido aparecer vestido con esos atuendos. Como él, aparezco sobre el planeta, que no es sino mi propia vida. Y al igual que el resto de planetas que él recorre son, en realidad, las vidas de otras personas que conoce, yo les visito por medio de este mensaje. Y lo hago porque ustedes forman parte de la mía vida y por ello les quiero desear que, durante este nuevo año que se aproxima, se vayan encontrando con los diferentes personajes del libro:
Un cordero, como representación de la amistad y que les ayude a resolver aquellos problemas que puedan surgir.
Una caja, donde se encuentra la imaginación, nesaria para seguir manteniendo un montonsiiito de cosas vivas.
Volcanes, esas tareas cotidianas que forman parte de nuestra vida (como el trabajo) y que, a veces, se nos hacen un poco cuesta arriba. Pero que hay que realizarlas y, cuánto más alegres y con mayor diversión las llevemos a cabo, mejor que mejor.
Una rosa, que lleva un porrón de amor.
Un globo, que les dé salud; es decir, que sirva de protección para ustedes y para aquellos/as a los/as que quieren.
Con ello, espero y deseo que este año 2010 sea como un inmenso viaje, como el del Principito, en el que no paremos de vivir intensamente y de aprender cada día. Un año que nos ilusione y nos haga felices. Un año en el que podamos soñar. Un año en que la codicia, la competitividad, las ganas de trepar, dejen paso a la solidaridad, la cooperación y las ganas de compartir.
Un cordero, como representación de la amistad y que les ayude a resolver aquellos problemas que puedan surgir.
Una caja, donde se encuentra la imaginación, nesaria para seguir manteniendo un montonsiiito de cosas vivas.
Volcanes, esas tareas cotidianas que forman parte de nuestra vida (como el trabajo) y que, a veces, se nos hacen un poco cuesta arriba. Pero que hay que realizarlas y, cuánto más alegres y con mayor diversión las llevemos a cabo, mejor que mejor.
Una rosa, que lleva un porrón de amor.
Un globo, que les dé salud; es decir, que sirva de protección para ustedes y para aquellos/as a los/as que quieren.
Con ello, espero y deseo que este año 2010 sea como un inmenso viaje, como el del Principito, en el que no paremos de vivir intensamente y de aprender cada día. Un año que nos ilusione y nos haga felices. Un año en el que podamos soñar. Un año en que la codicia, la competitividad, las ganas de trepar, dejen paso a la solidaridad, la cooperación y las ganas de compartir.
Así, de esta manera, éste que escribe y Lucho les desean
¡FELIZ AÑO 2010!
Besos y gracias por estar acá.
1 comentario:
Lo esencial es invisible a los ojos, principito gachupín.
Un abrazo
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