Bueno, eso de Catalunya... es un poco exagerado. Sería mejor cambiar el titular:
Aquellos/as que defienden la independencia, hacen el esfuerzo de ir a votar y dicen sí.
Obviamente, aquellos/as que les da igual o que están en contra, no van a peder el tiempo para acercarse hasta una urna y dar su opinión ante semejante majadería. Una vez más, se demuestra que España es un país donde, sea la comunidad que sea, priman las acciones de comedieta. Es una pena que los intereses políticos, estén por encima de la cultura, la historia, la educación y, sobre todo, del respeto a la ciudadanía que representan.
Ahora, propongo, desde acá, tres consultas, especialmente para todos/as aquellos/as que votaron por el sí:
1) En caso de la independencia: ¿Debiera cambiarse la bandera de Catalunya? Al fin y al cabo poseen esos colores porque era el distintivo que llevaban los reyes aragoneses de la Corona de Aragón, barras que datan del reinado de Alfonso II, heredero de la Reina Petronila y del conde de Barcelona Ramón Berenguer. Recordemos que la tradición universal llama a tales palos «barras de Aragón» y, en el momento (tardío) en que se empiezan a canonizar las reglas del arte del blasón, la palabra «Aragón» sirve, específicamente, para designar los palos de gules sobre campo de oro.
2) ¿Mantendrán como patrón a Sant Jordi? Bueno, para no ofender a nadie, San Jorge de Capadocia, a quien se le nombró patrono de los reyes de Aragón y, por extensión, sobre toda la Corona de Aragón oficialmente a mediados del siglo XV durante el reinado de Juan II de Aragón y Navarra.
3) ¿Pertenecerán a Catalunya todas las tierras pertenecientes a los denominados irrisoriamente "Países catalanes"? Es decir, aquellas tierras donde se hable el catalán: lo que ellos/as denominan La Franja (sí, esa que está en Aragón), Valencia, Islas Baleares, Murcia, Rosellón (en Francia), Cerdeña (Italia) y Andorra. Porque si nos olvidamos de la lengua catalana ¿Dónde está entonces la identidad de esa supuesta nación, comunidad histórica o como quieran llamarla, cuando nunca fue reino y comenzó a llamarse principado en el Siglo XIV cuando pertenecía a la Corona de Aragón. Y, entonces... ¿formarán parte de España, todas esas tierras donde se hable español? Que se prepare Suramérica, jejejeje...
Y ahora que hablo de esto. Imagínense que el aragonés se hace, junto con el catalán, lengua oficial en Aragón. Hasta ahí, correcto y, además, lo apoyaría. Pero, ahora, imagínense que el interés es sólo político (como siempre), y se impone que todas las señales y demás vainas aparezcan en las tres lenguas. Seguidamente, esas lenguas oficiales se tendrán que aprender en todas las escuelas e institutos de la Comunidad. Finalmente, para opositar, será necesario el nivel ¿? en esas lenguas... Y ¡toooomaaa, aragonés por todos lados! Lo extraño es que llegaría la fabla a Teruel, donde no se ha hablado nunca, para estupefacción de muchos. Y es que la política, siempre acaba desvirtuando a la cultura, las tradiciones y las lenguas, maneras de comunicación que, poco a poco, van ejerciendo lo contrario: aislar y manipular los territorios.
El día que la política sirva para representar y defender los intereses de los ciudadanos, quizás, y sólo quizás, empiece a tomarme en serio tanta patochada. Con suerte, la consulta internauta sobre el color con que se debe de pintar el Puente de Hierro tomará peso y, a partir de ahora, se nos consultará por otras vainas de vital importancia: el color de las marquesinas, de las farolas, del traje que deberá ponerse el/la alcalde/sa para el día de NocheVieja... Supongo que ni se habrán planteado si se realizará una consulta para saber si debemos entrar en una guerra (ya que las manifestaciones se las pasan por el pito del sereno), si deben apoyarse políticas económicas más respetuosas con el planeta, si debemos colaborar con el crecimiento de los países denominados del Tercer Mundo, si cuando se construye un barrio el ciudadano debe (y puede), ayudar a ver cuales son las necesidades y solicitarlas para que se tengan en cuenta...
2 comentarios:
Lo importante son las personas más allá de las banderas.
Y de acuerdo contigo: el resultado fue de los que votaron que, por otro lado, se trataba de una pequeña minoría. Seguro que si el referendum hubiera sido vinculante el índice de participación habría sido mucho mayor y los resultados, posiblemente distintos.
Un saludo desde el país de las tortugas.
Un saludo y un besico para esta quilla que vive allá, en el país de las tortugas.
Publicar un comentario