jueves, 23 de octubre de 2008

Camino

Imagen extraída de: http://www.publico.es/culturas/154338/camino/segun/fesser

Hoy, después de correr, y con las prisas en el cuerpo, marché a ver Camino, la última película de Javier Fesser. Con la cena en la tripa, acudí veloz a mi cita con el cinema. Me senté en una buena fila. A mi izquierda, la butaca vacía; a mi derecha, los abrigos y uno de los bolsos que siempre me acompañan. Delante, nadie...

La verdad es que iba con ganas de disfrutarla y es que, con Fesser, ya lo siento yo, no puedo ser objetivo. Cuando acudí a ver En el Mundo a cada rato, recuerdo con gran ilusión los lloros que me eché al ver "Binta y la gran idea". Aquellos no eran lloros de tristeza, sino de emoción por haber visto algo tan hermoso, tan lleno de magia, tan lleno de color y de ilusión. Llegué a casa emocionado. Tanto que busqué la manera de comunicarme con el director. Recuerdo que le escribí para darle las gracias por haberme recordado que el cine es arte, para decirle que me había emocionado, que había llorado; pero, que lo había hecho por la ilusión, por la magia, por lo bonito y maravilloso que me había resultado su corto.

A mi correo, al cabo de unos días, cuando yo ya no esperaba ninguna respuesta, llegó su contestación: "Christian, creo que estoy yo mucho más emocionado con tu correo que tú con mi película."

Desde entonces, quillitos/as, es obvio que, con Fesser, me resulte difícil ser objetivo. Pero, lo intentaré.

Basada en una historia real (o en varias, como afirma el director), Fesser nos cuenta los últimos meses de la vida de una quillita, Camino, que, tras su muerte, pasará a proceso de beatificación. Y lo hace desde dos puntos de vista: desde la crudeza de la enfermedad y desde el punto de vista de la magia y la imaginación. En primer lugar, nos mete el jarrazo de agua fría: la niña a puntito de morirse: Pero, afortunadamente, este hombre es sabio y, rápidamente, nos alivia mostrándonos a una niña llena de vitalidad unos meses antes del fatal desenlace. Igualmente, nos va mostrando a los diferentes personajes: la madre, el padre, la hermana..., que, poco a poco, van mostrándonos su verdadera cara, así del porqué están en la situación vital que lleva cada uno/a.

Y, entre medio, la magia, el mundo de fantasía y de ilusión, ese que tan bien sabe trabajar Fesser. Ante su invitación, yo no me puedo resistir, así que me dejo llevar y no pongo resistencia para que me atrape una vez más.

Salí del cinema y me puse a caminar. Estaba un poco turbado. La fecha del entierro de Camino era el día de mi cumpleaños: 28 de Junio. Lo había leído bien clarito. Turbado, precisamente, por ser este año, este período que tantas veces me siento cansado. Marché, hacia casa, caminando. Pensé: "Como si anunciase algo..."

3 comentarios:

Manel dijo...

Yo ire a verla pronto. ¿Hay que llevar una tonelada de klinex? es que ando muy sensible.

Saludos

Anónimo dijo...

Ya se ve que, después del fracaso en taquilla (la 7ª película de la semana pasada, y eso que no había muchas más), a Fesser le interesa crear polémica antes del fin de semana.

Cometí el error de ir a ver Camino, lo cual sólo me hizo pasar un mal rato con una película larga, lenta y sangrienta. Estoy de acuerdo con los críticos: el tema se aborda lentamente y la película resulta como una patada en el estómago. Tuve que irme al cabo de dos horas de película... y todavía le quedaba lo peor, según me han contado.

La película ya está en la red para descargar. Os recomiendo que os la bajéis y gastéis ese dinero en unas buenas copas, en lugar de pasar un mal rato en el cine.

closada dijo...

manel, la verdad es que en la sala había una quilla que se pegó llorando gran parte de la película.

A mí, no se me saltaron las lágrimas, pero me emocioné con la belleza de algunas imágenes.

anónimo, que lástima que a ti no te gustase, la verdad. Pero, bueno, como en todo, cada uno tiene sus gustos y, en esta ocasión, el tuyo no es favorable a la película.

Yo, desde acá, obviamente, si que pido que la gente vaya al cine y la disfrute en pantalla grande.

Saludos