El concierto prometía. Sólo por volver a bailar al Sargento García, merecía la pena...
Fuimos hasta allá Cuco, Guti, mi primi y yo. Llegamos justito con el comienzo del Sargento y, ya, la emoción me invadió enterito. De nuevo, iba con la sound system; pero, la verdad es que se lo curraron todos de lo lindo y disfruté un porronsito. Los grandes temiquis, esos que me delitan, fueron sonando, así que el ritmo sabrosón se metió hasta adentro. El Sargento fue una muy buena de calentar motores e iniciar la noche como era debido: con baile.
Seguidamente, apareció Morodo. A pesar de estar mejor que en el Viña, volvió a defraudarme. Este quillo es realmente malo en directo ¡carajo! ¡No llega! Frases sueltas apenas dejan la sensación de que el señor "Modorro" cante algo. Realmente, se escucha algo muy diferente a los discos, y es para mal. Eso sí, salvo a la banda.
Afortunadamente, terminó y salió Jashta. ¡Que cambio! Estos quillos son buenos, muy buenos, y con ellos llegó la auténtica gozadera. A mí ya no podía pararme ni el Tato. Ya, me dejé llevar. Cerré los ojos (como señalaba Lori a mi primi: en cuanto cierra los ojos, se entrega al baile), y meneé este cuerpesito rumbero sin descanso. Pero, obviamente, no quedaba todo allí. En escena, el gran Rapsusklei. Un pequeño giro y nos vamos hacia el rap. Rapsusklei y Jashta juntos se comen el escenario.
En definitiva: conciertazo de lujo. Ni siquiera el "Modorro" chingó la noche de reggae y rap que nos ofrecía Valdespartera.
Muchas gracias por la entradica, quilla.
Fuimos hasta allá Cuco, Guti, mi primi y yo. Llegamos justito con el comienzo del Sargento y, ya, la emoción me invadió enterito. De nuevo, iba con la sound system; pero, la verdad es que se lo curraron todos de lo lindo y disfruté un porronsito. Los grandes temiquis, esos que me delitan, fueron sonando, así que el ritmo sabrosón se metió hasta adentro. El Sargento fue una muy buena de calentar motores e iniciar la noche como era debido: con baile.
Seguidamente, apareció Morodo. A pesar de estar mejor que en el Viña, volvió a defraudarme. Este quillo es realmente malo en directo ¡carajo! ¡No llega! Frases sueltas apenas dejan la sensación de que el señor "Modorro" cante algo. Realmente, se escucha algo muy diferente a los discos, y es para mal. Eso sí, salvo a la banda.
Afortunadamente, terminó y salió Jashta. ¡Que cambio! Estos quillos son buenos, muy buenos, y con ellos llegó la auténtica gozadera. A mí ya no podía pararme ni el Tato. Ya, me dejé llevar. Cerré los ojos (como señalaba Lori a mi primi: en cuanto cierra los ojos, se entrega al baile), y meneé este cuerpesito rumbero sin descanso. Pero, obviamente, no quedaba todo allí. En escena, el gran Rapsusklei. Un pequeño giro y nos vamos hacia el rap. Rapsusklei y Jashta juntos se comen el escenario.
En definitiva: conciertazo de lujo. Ni siquiera el "Modorro" chingó la noche de reggae y rap que nos ofrecía Valdespartera.
Muchas gracias por la entradica, quilla.
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