Hoy, después de corretear con mi nueva compañera de recorrido urbanita nocturno, llegué a casa y vi el mensaje de Javi. La cita era a las 22.40 y estaba destinada a la visualización de Che, el Argentino. Ducha y cena rapidita, el velocípedo y llegada al cine...
La película, en mi opinión, simplemente, se deja ver. Nos acerca una visión del gran Che a través de sus escritos. Pero, lo hace de una manera bastante fría y distante. Y, sin embargo (y como es de suponer en estos menesteres), lo hace desde un punto de vista para nada objetivo.
Lo mejor: no presenta esa dicotomía a la que se suele caer al mostrar un ejercito que es más malo que los de verdad (en este caso sería el cubano), y otro que es súper bueno (correspondería a los revolucionarios).
Lo peor: recuerda un poco al Equipo A, pues no se ve matar, por parte de los revolucionarios, a ningún militar cubano. Quizás, sí en la lejanía... Sí que aparecen ya muertos; sí que los hieren; e, incluso, con los morteros y granadas se intuye su muerte. Sin embargo, los revolucionarios cubanos mueren una y otra vez ante nuestros ojos. Obviamente, queda claro de que lado está el director ¿no?
Realmente, me esperaba algo más de esta película en la que se presenta a una figura tan importante como es el Che. Pero, bueno, que le vamos a hacer...
¡Viva la Revolución!
La película, en mi opinión, simplemente, se deja ver. Nos acerca una visión del gran Che a través de sus escritos. Pero, lo hace de una manera bastante fría y distante. Y, sin embargo (y como es de suponer en estos menesteres), lo hace desde un punto de vista para nada objetivo.
Lo mejor: no presenta esa dicotomía a la que se suele caer al mostrar un ejercito que es más malo que los de verdad (en este caso sería el cubano), y otro que es súper bueno (correspondería a los revolucionarios).
Lo peor: recuerda un poco al Equipo A, pues no se ve matar, por parte de los revolucionarios, a ningún militar cubano. Quizás, sí en la lejanía... Sí que aparecen ya muertos; sí que los hieren; e, incluso, con los morteros y granadas se intuye su muerte. Sin embargo, los revolucionarios cubanos mueren una y otra vez ante nuestros ojos. Obviamente, queda claro de que lado está el director ¿no?
Realmente, me esperaba algo más de esta película en la que se presenta a una figura tan importante como es el Che. Pero, bueno, que le vamos a hacer...
¡Viva la Revolución!
No hay comentarios:
Publicar un comentario