lunes, 4 de febrero de 2008

La Virgen de los Sicarios


No entiendo como una película así ha recibido los premios mencionados en su portada, sea alabada por la crítica y llegue a decirse que es la mejor película de Schroeder. En primer lugar, nada más empezar, parece que estás viendo el inicio de una telenovela. Sí, el movimiento de la cámara, los planos… no sé que es, pero parece una telenovela. Es algo que no me había pasado nunca, pero es así. Eso ya, te deja un poco helado; pero, bueno, las expectativas, a pesar de eso, seguían siendo buenas.

Sin embargo, se fueron disipando. Las imágenes, cutres, iban acompañadas de diálogos bastante mediocres. Si se trata de una película que nos intenta mostrar la cruda realidad de un periodo determinado de Medellín, con su violencia, sus sicarios a sueldo, en esos años post-Escobar que, afortunadamente han quedado atrás, lo hace de una manera patética e irrisoria. Y si las imágenes y situaciones son irrisorias, los comentarios del escritor son infames, cargados de pretenciosidad. Lo que podría quedar, bien llevado, en un personaje lleno de carga filosófica, un ser otorgado por un grandioso intelecto, queda rebajado a un tipo de cargante verborrea, de palabrería perdida entre lo patético y la simpleza más absoluta. Sí, tiene alguna frase célebre y realmente genial. Pero se pierde entre la maleza de una espesa selva de estupidez continua.

Finalmente, y de verdad clama al cielo, cae en redundancias lamentables. El ejemplo más sencillo y, ciertamente, evidente es el momento en que el escritor dice algo así como: “pero quítate de ahí hombre, que te van a cagar esas palomas…” Y la cámara se queda enfocando la cabeza hasta que una caquita de paloma rompe contra la frente del libertador. Remata la secuencia reseñando: “niño, la gloria es una estatua que cagan las palomas”

Lo mejor de la tarde-noche de ayer: la compañía (Carmen y Cuco), las pataticas asadas y el bizcocho en sus zonas no crudas ¡yuuuum!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

bueno, pues a mi la película no me pareció tan tan tan mala... claro que si tenemos en cuenta que me pase la mitad de ella levantándome a la cocina y la otra mitad atendiendo a Ernesto... igual no soy la persona indicada para hacer un comentario... por cierto, a martes ya y sigo comiendo bizcocho... madre si cunde...

closada dijo...

Bueno, no es tan mala, la verdad; pero, al escribir, me dejé llevar por la ira... Es mala y, la verdad, es que los comentarios del escritor claman al cielo de lo estúpidos que son. Pero, bueno, se puede ver. No es que sea tan horrible como para, si se tiene o pasa por tus manos, dejar de verla.

Es que era grande, y estaba bueno...

Besines