Ayer, por fin, en casa de Javi, pude ver Planet Terror. Nuestro primer intento quedó frustrado porque no quedaban ejemplares en el Drugstore; el segundo, porque llegamos en el momento que bajaban la persiana; pero, en el tercero, todo fue sobre ruedas. Nada más llegar fuimos directos a su ubicación y, ¡sí! allá estaba, esperándonos, ofreciendo su carátula para nuestro regocijo visual. La alegría nos desbordaba, era esa noche de cine freaky que tanto y tanto anhelábamos.
Con el subidón, decidimos cenar el menú en el restaurante chino de enfrente. ¿Sabe alguien si “yiiihaaa” significa algo en chino? Es que solté esa expresión tan característica de mi muestra de entusiasmo y el quillo que nos atendió miró con no muy buena cara…
Al poner la película, lo primero en darme una pura bofetada fue el trailer de Machete. ¡Brutal! Hacía tiempo que no veía algo tan cutre, tan irrisorio; pero, al mismo tiempo, tan genial… Sin duda, era el mejor prólogo, el más acertado, para anunciar lo que íbamos a visualizar.
Sí, Planet Terror es una película delirante. Sin duda, el proyecto de Grindhouse ha sido una de las más maravillosas majaderías que se podían haber realizado en cine. Si la película de Tarantino está mucho más elaborada y, como dije en su día, “esta película es una majadería, una gran gilipollez. Y sin embargo, me gusta.”, la de Robert Rodriguez es una absurda película que, en su devenir de sinsentido, maravilla por todos lados. Sin duda, Planet Terror es mucho más apasionante, en mi opinión, que Death Proof. De acuerdo estoy en que el film de Tarantino está mucho más currado, es más preciso y tiene momentos en que deja atisbar elementos que engrandecen al señor Quentin. Sin embargo, Planet Terror, a pesar de encontrarse todo el rato en la consecución de escenas y diálogos absurdos, posee una potencia interna que la hace desternillántemente maravillosa.
Yo que no sabía a que nos íbamos a enfrentar… Y no sé porqué llevaba idea de algo así como Planeta Prohibido, El enigma de otro mundo, Ultimatum a la Tierra, etc., y me encuentro con una descerebrada película de zombies, con un porrón de guiños a Romero, que no deja de asombrarme, tanto por su humor negro, su excesivo gore (pero que no molesta ni da asco), como por unos diálogos tan absurdos y tan fuera de tono que te conducen de la perplejidad al asombro.
Para terminar, no puedo más que señalar que tenéis que ver esta divertida película. Obviamente, no es una obra de arte, ni esperéis ver el peliculón del año (ni mucho menos); pero, que carajo, entretiene muchísimo y ofrece escenas y momentos más que memorables.
1 comentario:
Joder pibe!! Yo la vi y casi no la acabo de ver. Se salva que la tia esta buena. A mi si que me dio asco
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