lunes, 3 de septiembre de 2007

Ascensión al Pico de Anayet... y al Vértice

El Viernes por la tarde me decidía. Estaba claro que yo no podía permanecer en Zaraguaya el Sábado mientras Cuco, Carmen y “unas amigas de Carmen” se marchaban a subir el Pico de Anayet. La situación era compleja, puesto que tenía examen el Lunes y trabajaba el fin de semana en el Calaveras; mas, mis ganas de subir al Pirineo se convertían ante mí en una prioridad. Así que… ¡qué más daba que sólo fuese a dormir una hora y media! (cerré el bar a las 5.00 casi y me despertaba a las 6.40) ¡qué más daba que tuviera que trabajar también esa misma noche! ¡qué carajo me importaba tener un examen el Lunes! ¡Era el Anayet y no me lo podía perder!

Me despertaba con un sueño atroz. Lo mío era de escándalo. Na’ sólo iba a dormir una hora y media y, para colmo, a las 5.30 de la matin me despertó la llamada de un Josepo fiestero que quería saber dónde carajo estaba mi bullarengue. Aún así, me encontraba fuerte, y tomé los apuntes entre mis manos para que me acompañasen guante el trayecto en coche. Enseguida, Cuquito, Lucho y yo llegamos a casa de Carmen. Allá estaba ella y sus dos compinches: joder, si son Diana y María (conocidas con anterioridad en Pirineos Sur). ¡Qué guais! Nada más verlas ya sabía que el día iba a ser estupendo.

Un poquito de The Cat Empire (grupazo muy recomendable) y, posteriormente Chuana y Kuisi Vol. 3, hacían de banda sonora a nuestras conversaciones y a mi pequeño rato de estudio. ¡Qué pronto se llega al Valle de Tena! Lanuza, con el nivel bastante más bajo que en Pirineos Sur, daba una imagen un poco más tristona de la zona. Pero, bueno, el tiempo era soleado y parecía favorable a nuestra expedición.

Tras el desayuno en la gasolinera cercana a Formigal, dejamos el car en el Aparcamiento de abajo, en el Corral deras Mulas, puesto que el Aparcamiento para el acceso a Anayet estaba cerrado. Bueno, habrá que caminar un ratito más…

Al llegar a la zona de los ibones, nos hicimos la foto de rigor: Cuco, Carmen, Lucho y yo, de pie; Diana y María, sentaditas.

Subiendo al Pico de Anayet, se observa el Vértice (que queda a tus espaldas). Ahí vemos a Carmencita y María cómo van subiendo entre las rocas.

Hay un paso un poco difícil; pero, bueno, está la sirga para poder utilizarla de pasamanos. Aquí, Cuco vigila el descenso de María y Carmen.

La ilusión de Carmen de comer pipas en el Pico de Anayet con los pies colgando fue transmitida a toda la expedición. Así que Cuco (haciendo la foto), María, Diana, Carmencita y yo no pudimos resistirnos a la tentación de comer esas pipicas ricas.

Pero, el Pico no sólo deparaba eso, aún quedaba una tradición: el lamentable baile de Cuco y servidor (esta vez acompañados por Lucho). En esta ocasión Rudeboy de los magníficos Dub Incorporation.

Cómo subir sólo al Anayet nos parecía poco, y debido a la cercanía, decidimos que sería buena idea subir también el Vértice. Obviamente, nos hicimos una súper foto de grupo.

Y para comer, no hay mejor sitio que l’Ibonet. Un bañito sin sanguijuelas (no como en el ibón grande), el papeo y la maravillosa vista dominada por el Pico de Anayet.

Al llegar al coche, la ropita limpia. Aunque, ejem, creo que no todos/as tenían algo que ponerse. Así que, el olor a tigre y tigresa se hacía más patente todavía, jajajaja. De nuevo a la gasolinera: Coca-colas, aquarius, cafelito… había que beber y reponer fuerzas. Y, de nuevo a Zaraguaya, a la urbe, a los coches y los ruidos. Besos de despedida para unas (María y Diana), besos de un hasta luego para Carmen. La cena en el Marmara volverá a unirnos.

¿Para cuándo la próxima excursión?

Mas información en el Blog de Carmeneta

5 comentarios:

bloc- era dijo...

Ole! Ole! Ole! ese baile ....

Si es que... cuanto arte desprende Lucho!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

bloc- era dijo...

por cierto la cenica genial, que aunque yo dedique el día a otros menesteres "más interesantes", también me la gané...

muackssssssssss

closada dijo...

Jajajaja, menos mal que estaba Lucho para perrear que si no... ¡Lamentable! Para el próximo, intentaremos preparar una coreografía. Eso ya puede ser de lo peorcito, jajajaja.

La cena estuvo guachis, la verdad. Hay que repetir más a menudo estas quedadas, que si no nos vemos muy poquito.

Un besote bloc-era

Anónimo dijo...

Debo reconocer que cuando vi los altavoces y el iPod casi me caigo larga... ¡¡¡ no me imaginaba todas estas infraestructuras en plena cima !!! La verdad es que es un punto porque ponerle banda sonora a ese momento ya es la guinda...

closada dijo...

Pues claro Carmeneta , siempre hay que buscar algo más, un poquito de ritmo sabrosón, sea en la cima, en el cine, en la bici o en el bus. La clave está en poner esa guinda que crea momentos todavía más inolvidables. En eso consiste la vie, en poner gunidas, sea con música, ilusión o una simple sonrisa ;)

Una guinda para vos