La cita, una vez más, era obligada. Doctor Explosion volvía a tocar por tierras zaraguayanas y no me los podía perder. Había pasado ya mucho tiempo desde aquella vez que los vi actuar en la En Bruto, desde aquella noche en que nos acercamos a Félix (bajista por aquel entonces), en la barra del Blues (¡que gran bar, joder!) y le solicitamos que pidiese a "Ja" "Los ejes de mi carreta".
-"Han sido ellos" -Gritaba señalándonos desde el interior mientras se acercaba hacia los vinilos y se disponía a ejecutar nuestra sempiterna petición...
Llegamos, y ya no quedaban entradas. Daba igual, nosotros habíamos comprado ya la nuestra. Al entrar, muchas caras conocidas, muchas personas con las que había coincidido ya en varios conciertos. Y, entre todas ellas, Blanca. Nos saludamos y me dijo que seguía mi Blog. Supongo que notaría como se ruborizaba mi rostro; pero, me importaba un carajo, porque ella, aquella que durante tantos años me hizo bailar y soñar con el sonido de su bajo, leía mi majadera bitácora...
Salieron al pequeño escenario y, quizás por la lejanía en el tiempo, por el local, o por las ganas que tenía de volver a verlos, los sentí con un sonido y una actitud mucho más contundente que antaño. Lo que sí que me quedó claro es que ellos tenían ganas. Tantas que, nada más comenzar el concierto, Jorge y Ángel se cargaron ya una cuerda cada uno. Pero, aquí es dónde se demuestra la experiencia que otorgan veinte años de descargar su beat-punk-rock'n'roll-garajero... Hicieron partícipe al público al comienzo de la siguiente canción y rompieron fácilmente el paron que se había producido.
Venían a presentar su nuevo disco Chupa aquí, pero no se olvidaron de tocar sus grandes éxitos, como "¡Basura!", "Eres feo, chaval" o "Rompí la television", así como esas entrañables versiones que tanto nos han hecho bailar: "Drácula Ye-Ye", "La chatunga", "Surf Taliban", "Blue Monday". Y, como no, recordaron a mis queridos Ramones haciéndonos partícipes de unos momentos coreados de "I wanna be sedated".
Como es habitual, se introdujeron entre el público en más de una ocasión y, Jorge y Ángel, se subieron a tocar a la barra del bar... Pero, eché de menos esa salida del local a ritmo de bombo con todos los asistentes detrás animando y haciendo que la fiesta pueda escucharse también en la calle.
Concierto enérgico y divertido que siguió demostrando el buen hacer de estos decerebrados asturianos y su rock'n'roll acelerado.
-"Han sido ellos" -Gritaba señalándonos desde el interior mientras se acercaba hacia los vinilos y se disponía a ejecutar nuestra sempiterna petición...
Llegamos, y ya no quedaban entradas. Daba igual, nosotros habíamos comprado ya la nuestra. Al entrar, muchas caras conocidas, muchas personas con las que había coincidido ya en varios conciertos. Y, entre todas ellas, Blanca. Nos saludamos y me dijo que seguía mi Blog. Supongo que notaría como se ruborizaba mi rostro; pero, me importaba un carajo, porque ella, aquella que durante tantos años me hizo bailar y soñar con el sonido de su bajo, leía mi majadera bitácora...
Salieron al pequeño escenario y, quizás por la lejanía en el tiempo, por el local, o por las ganas que tenía de volver a verlos, los sentí con un sonido y una actitud mucho más contundente que antaño. Lo que sí que me quedó claro es que ellos tenían ganas. Tantas que, nada más comenzar el concierto, Jorge y Ángel se cargaron ya una cuerda cada uno. Pero, aquí es dónde se demuestra la experiencia que otorgan veinte años de descargar su beat-punk-rock'n'roll-garajero... Hicieron partícipe al público al comienzo de la siguiente canción y rompieron fácilmente el paron que se había producido.
Venían a presentar su nuevo disco Chupa aquí, pero no se olvidaron de tocar sus grandes éxitos, como "¡Basura!", "Eres feo, chaval" o "Rompí la television", así como esas entrañables versiones que tanto nos han hecho bailar: "Drácula Ye-Ye", "La chatunga", "Surf Taliban", "Blue Monday". Y, como no, recordaron a mis queridos Ramones haciéndonos partícipes de unos momentos coreados de "I wanna be sedated".
Como es habitual, se introdujeron entre el público en más de una ocasión y, Jorge y Ángel, se subieron a tocar a la barra del bar... Pero, eché de menos esa salida del local a ritmo de bombo con todos los asistentes detrás animando y haciendo que la fiesta pueda escucharse también en la calle.
Concierto enérgico y divertido que siguió demostrando el buen hacer de estos decerebrados asturianos y su rock'n'roll acelerado.
2 comentarios:
Gran concierto, sí señor, nunca me canso de verlos y nunca me decepcionan. Por cierto, espero que a la salida te hicieras con el disco en solitario de Ángel Kaplan, es una verdadera joya; edición limitada de 500 copias sólo disponible en vinilo. Te dejo (a ti y a todo aquel que pueda estar interesado) un enlace a su myspace, allí podrás escuchar su música y, si quieres, adquirir su maravilloso disco. MYSPACE DE ANGEL KAPLAN: http://www.myspace.com/angelkaplanmusic
En cuanto al concierto, yo también eché de menos la obligada salida a la calle, aunque esta vez la cosa estaba imposible, ya que no llevaban instrumentos inalámbricos. La selección de temas, muy acertada, con trallazos de su último disco, y clásicos, sobre todo, de su primer trabajo. Me alegré de verte entre el público, aunque luego te eché de menos en la primera fila, ¿dónde te metiste? Que sepas que al día siguiente te perdiste un conciertazo, el de Los Straijackets con Big Sandy en La Casa del Loco (que conste que te avisé...), y el miércoles también hubo otra cita obligada, esta vez más tranquila, con el gran Will Johnson. Si es que esta ciudad es así, o te tiras tres meses sin poder disfrutar de un concierto decente, o te encuentras con un fin de semana en el que te coinciden tres o cuatro directos, porca miseria...
En otro orden de cosas, a ver si quedamos a tomar unas cañejas, que dentro de unos meses será más complicado... Un abrazo, caragüevo.
¡Hostias Camilín! Estuve detrás de ti todo el concierto, jajajaja.
Lo de las cañejas... por mí, perfecto. A ver si saco un poco de time (que voy hasta el moño -sí, ese que no tengo- de cosas), y echamos algo.
Abracicos, güei!
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