lunes, 13 de abril de 2009

Carcassonne

Ciudadela de Carcassonne. Vista de día y de noche

Llegamos a Carcassone por la tarde, justo a la hora establecida: las 19.30. Unos minutos más tarde, no habríamos encontrado a nadie en recepción. Afortunadamente, un gentil señor nos llevó hasta el hotel callejeando por la pequeña ciudad. Nada más llegar e instalarnos, pensamos que sería una buena idea estirar nuestras patitas, así que decidimos ir a visitar la nocturnidad de la cité.

El trío Calavera bajo la iluminación nocturna de la Ciudadela.

Al día siguiente, amanecimos con el hambre del dragón. Había que desayunar fuerte para aguantar una jornada de turisteo rumbero. La matin sería para Carcassone, con una pequeña vuelta por la ciudad y, posteriormente, un rulo ya más tranquilo por la ciudadela, una ciudad medieval fortificada en cuya cara oeste, se apoya el castillo construido en el siglo XII por los vizcondes de Trencavel. Los trabajos de esta fortificación se prolongaron a lo largo de todo el siglo XIII con la construcción del cinturón exterior y la modernización de la muralla interior.

Un edificio que le gustó a Cuco

Anduvimos toda la mañanita entre sus calles y alrededor de su perímetro. Así, entre otras cosas, visitamos la Basílica de St-Nazaire (finalizada a mediados del Siglo XII), y pudimos disfrutar de unos deliciosos pasteles (bueno, nos los comimos en el hotel...).

Vista en el interior de la Cité

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