viernes, 6 de marzo de 2009

De trabajo y perritos...

Esta mañanita estábamos en el currele faciendo nuestras cosillas. De repente, Mara nos avisó de la presencia de un pequeño perrito, un pequeño cachorrito, que había sido abandonado durante la noche. Bajamos a verlo. Era bien bonito, con un morrito y unos ojitos... ¡uy, para comérselo! Pensé cómo carajo hay gente que pueda abandonar a este perrito tan bonito (bueno, y a cualquier otro ser canino), en la calle, en concreto en una obra.

Estuvimos con él. Se le bautizó con el nombre de Winca. David, a pesar de su alergia, ha dicho que va a quedárselo.

Vinieron de la perrera. La administración obliga a llevárselo. David se quedó con un papel y con el teléfono. No sé como terminará esta historia, pero deseo que el final no sea en la perrera ¡snif!

2 comentarios:

Bellota dijo...

A mi estas cosas me indignan. Pudiendo tener casa, no sé porqué tiene que ir a la perrera, que asquerosamente burocrático que es todo y que asco da la burocracia!!

closada dijo...

Pues sí, quillita, los malditos trámites burocráticos siempre chingando al personal, grrrrr. Pero, bueno, en este caso parece que lo hacen por si aparece el/la dueño/a. Aunque, no tiene sentido porque... ¡estaba abandonado!

No entiendo nada.

Besitos