viernes, 27 de marzo de 2009

La cesta de Boogaloo

Le robaron la cesta a Boogaloo. No sé quien carajo sería; pero, la dejaron como desnuda. La miraba y estaba como más delgada, desamparada, triste, cabizbaja... la miraba y me daba una cosica por dentro que no me gustaba.

Busqué una nueva cesta, pero no encontraba. El otro día, entré a una frutería:

- "Hola, buenas noches. Una preguntilla... ¿Tienen cestitas pequeñas que vayan a tirar?"

- "Sólo tengo estas dos; pero, hemos de devolverlas porque nos cobran por ellas"

- ¿Y cuánto les cobran? Si no lo pago yo. Es que, el otro día, me robaron la cesta de la bici y..."

- "Va, llévatela. Total, una cesta más, una menos..."

- "Jo, muchas gracias. Es usted muy amable"

Salí con una nueva cesta. La sonrisa ya empezaba a vislumbrarse en mi rostro. Preparé una nueva matrícula. Esta vez, es alargada.

BOOGALOO
LA BICI VAMPIRO

Ya se la he puesto. Y observo cómo ha vuelto a sonreír y se muestra, toda cuca ella, por la ciudad. Boogaloo vuelve a estar reluciente y pletórica. Espero que ningún/a desalmado/a vuelva a perpetrar semejante acto vandálico.

¡Cuánto quiero a mi velocípedo!

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