Ayer salí del recinto y me sentía tan vulnerable...
Ayer me apetecía llamarte, pero lo tenía "prohibido".
Ayer, a pesar de la lucha, te alejabas un poco más.
Hoy, más sereno, volvía yo a acercarte.
Hoy, más reflexivo, volvía a luchar por un futuro presente.
Pero, por desgracia, estas espinas clavadas hacen heridas quizás incurables.
4 comentarios:
Intentamos que cicatricen un poquito con unas cervezas esta noche? Es un apaño bastante burdo pero bueno... a las 21:00 horas, en la Albada...
Es cierto, algunas heridas no cicatrizan jamás, dejan de sangrar, nos olvidamos de ellas pero cuando menos te lo esperas, zas, vuelven las muy jodidas.
Aprender a vivir con ellas, no queda otra.
Salu2 Córneos y esta noche me bebo una copa de vino por tus penas compañero.
Carmeneta, esta nuit marcho a la Pulquería; pero, si puedo, paso a las 9 por l'Albada a echar un saludete. Y, si no, después. Cervecicas, caer, caerán... jejeje
javier, el quillo córneo, la chingada es que yo me acostumbro enseguida a vivir con ellas, con lo cual no me preocupan en absoluto. Pero, en este caso no es lo que quiero, porque mantengo una lucha para no acostumbrarme. Así que, o se es fuerte y risueño como yo, o estás chingao. Jajajaja.
Ah, pero bébete ese vino, que yo también lo haré. Hoy La Pulquería y la posterior juerga. ¡Oe, oe, oe!
¡¡¡Y bailaremos con los mueeeeertos hasta ver el soool naseeeeer!!!!!
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