Pues sí, hoy es Domingo y, por tanto, día de película. Al no haber en cartelera algo que nos llamase la atención (y que nos viniese bien por horario a todos/as), decidimos que la sesión sería en casa de Carmeneta. Cuco, Sylvia y yo, llegábamos su casa con la idea original de ver Paris je t'aime y degustar una deliciosa "cena francesa" elaborada por Carmeneta; pero, al ponerla, la reproducción era deficiente, llena de pixelados, y se quedaba "enganchada". Menos mal que soy precavido y he llevado Bagdad Rap (que tuve la suerte de visualizar hace un par de años), un documental que, narrado por brigadistas (sobre todo), denuncia la guerra (o mejor llamada invasión), de Irak. Con un buenísimo montaje y a ritmo de Rap (Frank T, Case O, Señor Rojo, Selektah...), se nos ofrece una interesantísima visión de la gran mentira urdida por el señor Bush y Tony Blair (y apoyada por nuestro queridísmo "Anzar"), al tiempo que se nos habla del uso de uranio empobrecido en el armamento de la OTAN y sus consecuencias.
La película invita a la reflexión y, en todo momento, nos habla de Paz. Nos muestra la muerte, las consecuencias de los continuados bombardeos sobre la población civil, la chingada que produce el uranio empobrecido en la salud (cáncer, malformaciones genéticas...), ofertando una visión que no aparece en otros medios de comunicación. Quizás, lo menos acertado del documental es que el director no es muy parcial que digamos y, en ocasiones, se deja llevar más por el corazón que por la "objetividad", al mostrarnos un Irak de una sola cara.
Para resumir: Un interesantísimo documental que, sin duda, hay que ver. Y es que las guerras son una mala vaina, quillos/as.
La película invita a la reflexión y, en todo momento, nos habla de Paz. Nos muestra la muerte, las consecuencias de los continuados bombardeos sobre la población civil, la chingada que produce el uranio empobrecido en la salud (cáncer, malformaciones genéticas...), ofertando una visión que no aparece en otros medios de comunicación. Quizás, lo menos acertado del documental es que el director no es muy parcial que digamos y, en ocasiones, se deja llevar más por el corazón que por la "objetividad", al mostrarnos un Irak de una sola cara.
Para resumir: Un interesantísimo documental que, sin duda, hay que ver. Y es que las guerras son una mala vaina, quillos/as.
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