Así le pusieron acá en España a You Will Meet a Tall Dark Stranger, la última peli de Woody Allen. Fuimos a verla a los Renoir, puesto que la proyectan en VOSE. Claro está, no hay color. Si te dan a elegir, la VOSE gana por goleada. Tenía ya ganicas de mi cita anual con Woody y no había oído malas críticas de este filme. Se apagaron las luces y...
... comenzaba con una voz en off bastante acelerada que, rápidamente, iba presentándote a los personajes que iban a formar parte de la trama. Sinceramente, eso no me encajaba. No me hacía partícipe de la peli, me aturullaba y me hacía los personajes demasiado lejanos. Afortunadamente, a pesar de que, en ocasiones volvía a utilizarse la voz en off, pronto cambió de registro. Desapareció prácticamente la figura del narrador y ya nos encontrábamos ante una fluida concatenación de diálogos más o menos cómicos que enmascaran una dulce tragedia.
Así, el señor Woody, volvía a ofrecernos porciones del universo que conforma sus películas: las inseguridades de sus personajes, las infidelidades, la influencia del azar, el destino, las relaciones de pareja, el amor, el deseo... Y, a pesar de eso, lo hace sin perder ni interés, ni frescura. Quizás, no lo hace con tanta fuerza como en trabajos anteriores. Quizás, se queda en una peli más plana y con diálogos de menor trascendencia. No lo sé. Pero, ¡qué carajo! el señor Allen vuelve a entregarnos un buen trabajo. No es de lo mejorcito, ni mucho menos. Mas, hay una premisa que no olvido nunca: lo peor de Woody Allen, posiblemente es de lo mejor que hay en la cartelera en esos momentos.
En definitiva, una buena película que, sin duda, hace pasar un buen rato.
... comenzaba con una voz en off bastante acelerada que, rápidamente, iba presentándote a los personajes que iban a formar parte de la trama. Sinceramente, eso no me encajaba. No me hacía partícipe de la peli, me aturullaba y me hacía los personajes demasiado lejanos. Afortunadamente, a pesar de que, en ocasiones volvía a utilizarse la voz en off, pronto cambió de registro. Desapareció prácticamente la figura del narrador y ya nos encontrábamos ante una fluida concatenación de diálogos más o menos cómicos que enmascaran una dulce tragedia.
Así, el señor Woody, volvía a ofrecernos porciones del universo que conforma sus películas: las inseguridades de sus personajes, las infidelidades, la influencia del azar, el destino, las relaciones de pareja, el amor, el deseo... Y, a pesar de eso, lo hace sin perder ni interés, ni frescura. Quizás, no lo hace con tanta fuerza como en trabajos anteriores. Quizás, se queda en una peli más plana y con diálogos de menor trascendencia. No lo sé. Pero, ¡qué carajo! el señor Allen vuelve a entregarnos un buen trabajo. No es de lo mejorcito, ni mucho menos. Mas, hay una premisa que no olvido nunca: lo peor de Woody Allen, posiblemente es de lo mejor que hay en la cartelera en esos momentos.
En definitiva, una buena película que, sin duda, hace pasar un buen rato.
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