sábado, 26 de junio de 2010

Sarkozy y el Circo

Imagen extraída de: http://www.masjuguetes.com/

Que el fútbol es el nuevo Circo de los romanos... no hay ninguna duda. Creo que este Mundial, más que nunca, lo está dejando bien clarito.

El fútbol mueve mucho dinero, claro que sí y, por eso, por todos los intereses que ello conlleva, se ha (o lo han) convertido en el deporte rey. Pero, también, el fútbol mueve a las masas, identificadas ellas con sus colores, con sus ciudades, con sus países. Entretiene, libera tensiones, expulsa la rabia; pero, también, oferta alegrías, une a la población, emociona. El fútbol es deporte, pero también espectáculo. Hay partidos aburridos, sosos, soporíferos; pero, también los hay brillantes, espectaculares, emocionantes. Bufandas, trompetas, bombos, camisetas... inundan las ciudades, liga tras liga y, cada cuatro años, con Eurocopas o con el Mundial. ¿Cómo no va a acaparar, entonces, titulares, y titulares, de periódicos? ¿Cómo no va a ocupar, entonces, minutos, y minutos, de casi todos los noticieros?

Amanecíamos el día 22 de Junio con la victoria de España sobre Honduras. Obviamente, la foto central de las portadas de la prensa escrita era ocupada por la selección española de fútbol. Ése era el gran titular. Esa sería la noticia del día. España estaba viva y con posibilidades de seguir su andadura por el Mundial. Obviamente, poco importaba que ese mismo día, en el Congreso de los Diputados se votaba el Decreto-Ley con la reforma laboral aprobada e impulsada por el Gobierno la semana anterior. La comidilla de ese día ya estaba servida y estaba encaminada hacia "la roja".

Portada del Periódico de Aragón (22 de Junio de 2010)

Amanecía ayer (25 de Junio), con una noticia que no ocupaba mucho espacio en la sección de deportes, sobre nuestro querido Sarkozy. El presidente francés se había citado, el día anterior, con el señor Henry (sí, el jugador del Barça y de la selección gala), para tener una reunión de orden privado. No pasaría nada si fuese una reunión casual; sin embargo, justito, justito, después de que Francia sea eliminada del Mundial da mucho que pensar. Si añadimos que, el día anterior, Sarkozy mantenía una reunión de trabajo con su Primer Ministro, Francois Fillon, la ministra de Deportes, Roselyne Bachelot, y la secretaria de Estado para los Deportes, Rama Yade, con el objetivo de analizar la actuación de los Bleus en el Mundial de Sudáfrica, en la que, entre otras vianas, ha impuesto que los futbolistas no cobren premios por su participación en el Mundial, ya tenemos el plato servido. Más aún cuando la misma FIFA siempre ha indicado estar en contra de que los gobiernos se involucren en el fútbol.

Imagen extraída de: http://www.diarioshow.com/

Desgraciadamente, para Sarkozy, en Francia había ese día una jornada de huelga como protesta contra la reforma del sistema de pensiones y los recortes presupuestarios previstos por el Gobierno. El mismo Harlem Désir, vicepresidente del Partido Socialista, declaraba: «Thierry Henry en el Palacio del Elíseo en un día en el que dos millones de franceses salen a la calle a mostrar su ira es algo totalmente equivocado». Está claro, para el señor Nicolas, que es más importante buscar soluciones a semejante problemón en que se han metido les bleus de la selección francesa de fútbol, que el futuro de sus ciudadanos.

No acaba aquí la cosa. Nuestro querido Nicolas Sarkozy tampoco dudó en anular una reunión con diferentes responsables de ONG francesas para discutir las posiciones francesas para el G-8 y el G-20 que se celebran este fin de semana en Toronto. Tal y cómo se comunicó, pasaría a ser, la reunión, con el ministro de Asuntos Exteriores y el secretario de Estado de Cooperación, puesto que la agenda del presidente estaba muy cargada. Con razón, Jean-Louis Vielajus, presidente de Coordinación Sur, la federación que agrupa a las ONG francesas de solidaridad internacional, exponía: "Para el presidente de la República recibir a un futbolista es más importante que la situación de tres millones de pobres en los países en vías de desarrollo".

Esta es la otra cara del Mundial, la que nos desvela, sin tapujos, que el fútbol se ha vuelto un asunto de Estado. Miedo me da el día que, en las campañas electorales, comiencen a prometernos que España, Francia, o vaya usted a saber, ganará el Mundial. Prepárense, el Circo esta servido. Lo malo es que el pan empieza a faltar...

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