En los comentarios de esta entrada ya expuse mi deseo de ir haciéndome con cosicas del señor Brown. Así que, al poco de terminar Torpe, anduve hacia las estanterías de tebeos para comprarme algún otro ejemplar. Después de mirar unos cuántos tomos, me decidí, finalmente, por Inverosímil (o como perdí mi virginidad). Volvía a adentrarme en esas deliciosas viñetas de este autor. Ante mí, estaban de nuevo esas historias de carácter autobiográfico centradas en una relación de pareja. El enamoramiento, la pasión, el amor y, finalmente, el desamor. Las drogas, el sexo, la lejanía, la incomprensión, como telón de fondo de la alegría, de la tristeza y del dolor.
Es difícil leer a Jeffrey Brown y no engancharte. Ahora, quiero más...
Es difícil leer a Jeffrey Brown y no engancharte. Ahora, quiero más...
No hay comentarios:
Publicar un comentario