Hoy, nuestra sesión cinematográfica hogareña, nos ofrecía una de esas películas que forman parte de la "videoteca" más freaky (así es como me definen mis compinches por poseer películas así), de este ser que escribe: Plan 9 from Outer Space, de la que señalan como obra cúspide de Ed Wood.
En sí, la película es un cúmulo de despropósitos: escenarios de lo más cutrón con lápidas que se mueven al paso de los actores; cabinas de avión e interior de nave espacial de cortinas y "cartón"; guión hilarante lleno de frases que, en ocasiones, contradicen lo que después se ve en el desarrollo de la historia y de explicaciones de lo más absurdas sobre ¡TODO!; escenas que se cortan bruscamente; planos en los que los personajes u objetos quedan fuera de campo (pero por error de la toma); momentos de día y de noche intercalados en una misma acción; etc.
En sí, la película es un cúmulo de deliciosas majaderías: diálogos que no tienen desperdicio; platillos voladores a los que se les ven los hilos; actuaciones de los protagonistas realmente simplonas; un no-Bela Lugosi que se tapa la cara para que no se reconozca el fraude; el uso de algunas imágenes de archivo intercaladas para seguir el desarrollo de la trama; etc.
Realmente, es una película que resulta irrisoria. Pero, que carajo, fue realizada sin medios y con toda la ilusión de su director. Realmente, no hay por dónde cogerla; sin embargo, me resulta tan maravilloso ver tanta locura junta que sin duda sólo puedo expresar mi cariño hacia semejante film. No esperen, ni de lejos visualizar una obra de arte; mas, liberense de todo prejuicio e intenten disfrutar de Plan 9 from Outer Space, sus extraterrestres y sus zombies. Pasarán un rato divertido...
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