Cita

Y para terminar con Cioram (y anda que no quedan citas), les propongo una que considero cierta en mi mundo creado. La labora, ¡ay! la labora...

La teología, la moral, la historia y la experiencia de cada día nos enseñan que para alcanzar el equilibrio no hay una infinidad de secretos; no hay más que uno: someterse. “Aceptad un yugo, nos repiten, y seréis felices; sed algo y os libraréis de vuestras penas” […] Desde que la sociedad se constituyó, los que pretendieron sustraerse a ella fueron perseguidos o escarnecidos. Se os perdona todo, con tal de que tengáis un oficio. Nadie tiene la audacia de gritar: “¡No quiero hacer nada!”

E. M. CIORAM, Breviario de podredumbre