martes, 27 de marzo de 2007

De Alicante a Gallicanta

Como ya comenté, mi fin de semana anterior estuvo marcado por mi visita a las tierras alicantinas. Un viaje duro, cargado de sentimientos, de sensaciones, de pensamientos. Hoy, me alegro de haber realizado este viaje. No había vuelto a ir allá en autobús desde aquel día, aquella fecha en la que ya sabía a lo que iba: a escuchar y constatar que el camino se bifurcaba. Y vuelvo, otra vez, para ratificar que algo se perdió en la Galaxia. Aparentemente más lejana, te siento muy cerca. Aparentemente, tan cercano, te diviso en la distancia.

“Es muy difícil crear
Y muy fácil destruir…”


El Viernes se preparó una deliciosa cena. Una cena selecta, una cena para mí simbólica. Y, como no, debía preparar una sorpresa. El Menú lo cociné con dedicación y cariño: un cus-cus que me quedó la mar de rico; espaguetis con aceite, ajo y guindilla; y espaguetis con cebollita, ajo, setas y nata. A ello, sumaría las tortillas de la mía mamma, las ensaladas que trajo la Conchi, las sardinas portadas por Javi y Helène, y un sinfín de postres (de Conchi, Daniela, Vir y Belén). Más el vino de Asun, la sidra de Cuco (y ese licor rumano de la muerte), el lambrusco de María… Un total de 15 personas. El reggae, compilado para la ocasión, sonando; las velas, portando ilusión; el humo, envolviendo la reunión. Dos osos para un corazón. Y una bolsa para las ausencias que, a mi lado, conserva las sorpresas. A mí no me pertenecen, son de ellas. Algún día se hará la entrega.

“Ay! Si tu supieras amorcito,
necesito un pedacito de tu cielo,
un güisqui con hielo
y unos huevos fritos.
Y déjate de historias
que ya morí en vida, mi amor,
que ya no me complico, co! no!
Jazz elak ole!”


Una hora para salir a caminar. El sueño me acompaña. Duermo un rato. Despierto: café au lait me espera. Seguimos rodando… Comienza la excursión. De allá a Gallicanta. Ascendemos la Peña de San Miguel. Cómo se parece a Julio, cómo me recuerda la fuerza de las rocas, cómo me maravilla lo liviano de las alas. Duermo un rato. ¡Ay! Tan sólo una hora… Huesca. “Hola, quillín”. Ahí, está Pedro, en un corto pero gratificante encuentro. Seguidamente, al parque a orientarnos: corremos y buscamos. Que malos somos, nosotros no hallamos. Ya no duermo un rato. Fue sólo una hora…



Comienza el trabajo. No tengo descanso. El Ginos se llena en demasía, tanto que la fila asciende escaleras. Y, de ahí, al Calaveras. Detrás de la barra sirvo las jarras, pongo, chupitos, tubitos, cervezas, cubatas. Esta vez, el baile cojea, quizás de Rita, de Cesar, de María, nota la ausencia. Aunque sí que está Sandra y su eterna sonrisa. “Me hizo ilusión” “¿Sí? ¡Vaya, me alegro!” Pero es normal que aparecieses, quilla. A mí, me hace ilusión. Y las 4.30 son las 5.30. Tan sólo dos horas para sumar.

“Si yo le dije que la amé,
ya se le olvidó
Yo de mi parte trataré
de hacerlo yo.
Aunque no sé si yo podré
O, no, no.
Aunque es peligroso,
vale el intento”


Tengo sueño y, allá no hay nadie. No lo entiendo, pero no están. Sólo Javier, atónito como yo. Nos alejamos y, ya que más da. Son sólo tres horas, pero bien vale quedar. Chocolate con churros un domingo matinal. Éramos dos, seguidamente tres. La mesa no es adecuada: María, Diego y yo, pasamos al fondo, donde se suma la niebla al ambiente. Quizás, debido al cansancio, me venga bien otra hora.

“No hay nadie como tú,
eres única entre tanta gente.
No hay nadie como tú,
tu cariño es algo tan diferente.
Cuando me besas y me abrazas,
toda expectativa sobrepasas.
Una noche contigo
es lo mejor que me ha pasado,
yo te lo digo”


De nuevo, no hay nadie. Bueno, Javier. No lo entiendo, no lo entiendo. Domingo por la tarde es una buena ocasión para ver Deseando amar. Patatitas, coca-cola light, salón en la penumbra… Me encantó el Kebab y la compañía. Con eso llegó el final del día.

“Jah cuida de mí y me protege.
Me da su sabiduría y su calor.
Jah cuida de mí y me protege.
Me ha colmado de amigos, amor.
Jah cuida de mí y me protege.
Sólo tengo gratitud en mi corazón”


Dulces sueños para todos/as

* Canciones de Morodo, Rapsusklei & Hazhe, El Roockie, Gondwana y Cañaman. Extraídas del recopilatorio de reggae realizado por mí con motivo de la cena: Boogalero DJ presenta: Nos devoró la manigua Vol. 1.

2 comentarios:

bloc- era dijo...

esa super cena fiesta!!!!! el cus-cus estaba de muerte, la tortilla de patata (de mama, no de frudesa...), el lambrusco... y
ummmogggammmummmmmmmmmmmmmmm ese pastel de chocolate realmente orgásmico que hizo tu compañera de piso..... si es que solo de pensar en él!!!!

Gracias por tu regalo, una cena especial con gente especial!!!!

closada dijo...

El regalo lo tuve yo. Teneros en mi casa fue fantástico.

Muac