martes, 9 de marzo de 2010

Alien

Ayer, volví a visualizar Alien, del señor Ridley Scott. No obstante, en lugar de la versión cinematográfica, me decidí por el montaje del director. Hacía ya un tiempo que no le echaba un vistazo, así que decidí que ya era hora y me dispuse a disfrutar de su visionado...

Conocí Alien, cuando era bien chiquito, gracias a un tebeo. Se trataba de una adaptación que hicieron de la película Archie Goodwin y Walter Simonson, y mientras iba admirando sus páginas me iba fascinando, más y más, una historia de terror en la que iban cayendo los tripulantes de una nave a manos de una auténtica "máquina" de matar. No sé cómo carajo lo conseguí y tampoco sé que ha sido de él, pero me daría un subidón de la leche si desempolvase un día mi guardada pila de tebeos antiguos que se encuentran en una caja del cuarto trastero de la mía mamma y, entre ellos, volviese a poder sustentar entre mis manos esa joyita que tanto me deleitó en su momento.


Página del tebeo, extraída de: http://ch999.blogspot.com/2009/02/entrevista-walt-simonson.html

Al descubrir la existencia de la película, no pude pasar más tiempo sin visionarla. No recuerdo si la alquilé, la grabé de la tele o me la compré; pero, sí que puedo rememorar la emoción que me produjo sentarme ante la pantalla e iniciar su visionado. Obviamente, con estos antecedentes, si alguien tuviere dudas con respecto a mi opinión sobre este filme, que las vaya despejando.

Al terminar la película, ayer por la noche, supe por qué me gusta tanto. Y es que, sin duda, es una de las grandes dentro del género de terror. La tensión, la atmósfera tenebrosa, sus claustrofóbicos pasillos, sus cerrados encuadres y sus sombrías luces... acompañan a una historia sólida. Hay quien dirá que no es más que otra "película con monstruo" dispuesto a matar gente. Pero, estará muy equivocado.

Inolvidable escena. Por lo visto, fue más o menos improvisada, puesto que no le dijo exactamente a los protagonistas qué carajo iba a suceder.

Alien tiene personajes que no son para nada planos. Pronto, el director nos irá mostrando cuales son sus debilidades: la curiosidad, la imprudencia, la excesiva valentía, el miedo, la indecisión... Y no son gratuitas, porque justamente es de lo que carece el Octavo pasajero, puesto que no es humano y, realmente, es un organismo cuya "perfección estructural sólo se compara a su hostilidad". Es un "superviviente no confundido por la conciencia, los remordimientos ni las ilusiones de moralidad", y ello lo convierte, en prácticamente invencible.

Imagen de Alien, el octavo pasajero (mención al tontorrón título que aparecía en el cartel de la película en España)

Asimismo, el uso del sonido es destacable. Una banda sonora que ofrece contundencia y que aumenta la sensación de suspense en el espectador. Sinceramente, las imágenes acompañadas de ese ritmo, esos sonidos... llega a ponerte los pelos de punta.

Pocas veces, un monstruo ha dado tanto miedo y respeto, y eso que en Alien casi ni aparece. Lo hace en muy contadas ocasiones y durante muy poco tiempo. Se deja ver sólo cuando está preparado para matar. Mientras, permanece en las sombras, oculto, esperando a su presa... sabedor de que es superior.

La inolvidable Ripley (Sigourney Weaver) enfundada en su traje de astronauta

En definitiva, una película imprescindible y totalmente atemporal que le da mil vueltas a cualquiera de esos filmes insulsos cargados de efectos especiales y ordenador y cuyo único reclamo es la espectacularidad de sus imágenes.

No sean pendejos/as y pongan un Alien en su vida...

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