Fue el día 21 de Diciembre cuando tenía un correo de Jesús, aquel que, en un principio, yo tan sólo conocía como Milano. Ese es el seudónimo con el que firma uno de esos Blogs que para mí son imprescindibles, pues, con cada entrada, aporta algo nuevo al universo de Días de Vino y Rosas. En mi escritorio, cada vez que veo una nueva actualización de Noches de Vino y Rosas, ya me entra un gusanillo que no puede parar...
En citado correo, me recordaba que tenía una maqueta para mí y me invitaba a asistir a un concierto en acústico de Yago (hermano de Gonso). Los dos debimos de pensar que sería una buena ocasión para conocernos en persona, así que, por mi parte, ya estaba convencido. Sólo quedaba confirmar asistencia...
Llegué al Interferencias sobre las 22.00 horas. Allá, estaban ya Cuco y Diego, sentados, con unas chelas sobre la mesa. Me acerqué a la barrá para pedir una Ambar y, en ese momento, un mensaje me indicaba que Jesús llegaría un pelín tarde. Volví a sentarme y, mientras charraba con mis compinches, mi vista recorría el bar con la intención de reconocer a Milano, al artífice de tan maravilloso Blog. Mas mi búsqueda era en vano. De repente, una llamada. Al otro lado, Jesús me preguntaba dónde estaba yo ubicado. Ya lo vi con el celular en la mano. Para él ya no había Ambar, así que tuvo que acomodarse con una Heineken a nuestro lado.
Lo primerito de todo fue la entrega de mi súper presente. Para mí, era el mejor "regalo de Papa Noel" del mundo mundial. Estaba realmente ilusionado. En mis manos, una edición limitada de la maqueta del 89 de Días de Vino y Rosas, digitalizada y grabada en CD, con su maquetación y todo. ¡Buah! A pesar de que ya sabía que me la iba a entregar, casi no me lo podía creer.
En citado correo, me recordaba que tenía una maqueta para mí y me invitaba a asistir a un concierto en acústico de Yago (hermano de Gonso). Los dos debimos de pensar que sería una buena ocasión para conocernos en persona, así que, por mi parte, ya estaba convencido. Sólo quedaba confirmar asistencia...
Llegué al Interferencias sobre las 22.00 horas. Allá, estaban ya Cuco y Diego, sentados, con unas chelas sobre la mesa. Me acerqué a la barrá para pedir una Ambar y, en ese momento, un mensaje me indicaba que Jesús llegaría un pelín tarde. Volví a sentarme y, mientras charraba con mis compinches, mi vista recorría el bar con la intención de reconocer a Milano, al artífice de tan maravilloso Blog. Mas mi búsqueda era en vano. De repente, una llamada. Al otro lado, Jesús me preguntaba dónde estaba yo ubicado. Ya lo vi con el celular en la mano. Para él ya no había Ambar, así que tuvo que acomodarse con una Heineken a nuestro lado.
Lo primerito de todo fue la entrega de mi súper presente. Para mí, era el mejor "regalo de Papa Noel" del mundo mundial. Estaba realmente ilusionado. En mis manos, una edición limitada de la maqueta del 89 de Días de Vino y Rosas, digitalizada y grabada en CD, con su maquetación y todo. ¡Buah! A pesar de que ya sabía que me la iba a entregar, casi no me lo podía creer.
El concierto me gustó mucho. Tanto que ya soy fan de Voyeur y, sin duda, acudiré a verlos en su próximo concierto. Pero, no me voy a enrollar en cómo transcurrió este evento, porque ya lo hace extensamente Milano en una entrada de su Blog: Voyeur con la intervención especial de Gonzalo Alonso. Interferencias, 25 de diciembre de 2010.
Terminó el concierto. Se acercó Yago, a quien yo conocía desde hace ya mucho tiempo. Me vino a la mente un día que estuve con él en la cafetería de Filosofía y Letras hablando de Días de Vino y Rosas y de ese segundo disco que nunca llegó a ver la luz. Charlamos de lo bien que sonaban esas canciones en directo y de las inmensas ganas que teníamos de poder tenerlo en nuestras manos. Mas no pudo ser y nuestro sueño quedó truncado. Fue curioso porque después de tantos años, esa noche del 25, recordamos que, precisamente, nos conocimos en un directo de Días de Vino y Rosas, ese mismito grupo que nos había unido allí, en el Interferencias, a servidor y a Milano.
Un placer, quillo. Muchas gracias por tan fabuloso presente.
Terminó el concierto. Se acercó Yago, a quien yo conocía desde hace ya mucho tiempo. Me vino a la mente un día que estuve con él en la cafetería de Filosofía y Letras hablando de Días de Vino y Rosas y de ese segundo disco que nunca llegó a ver la luz. Charlamos de lo bien que sonaban esas canciones en directo y de las inmensas ganas que teníamos de poder tenerlo en nuestras manos. Mas no pudo ser y nuestro sueño quedó truncado. Fue curioso porque después de tantos años, esa noche del 25, recordamos que, precisamente, nos conocimos en un directo de Días de Vino y Rosas, ese mismito grupo que nos había unido allí, en el Interferencias, a servidor y a Milano.
Un placer, quillo. Muchas gracias por tan fabuloso presente.
2 comentarios:
Muchas gracias por tu apoyo. Le estoy dando un cambio al blog. Pásaselo a quien le interese. He enlazado también tu blog. Me gusta un montón. A ver si hacemos por conocernos por Zaragoza. Un abrazo.
Pibe!!! Llevaba unos días desconectado, y cuando he visto el "aviso" de este post, he corrido raudo a leerlo. Qué maravilla, qué bien lo cuentas. La verdad es que para mi fue una noche mágica, de "las de antes".
Un auténtico placer habernos conocido, y te aseguro que eres uno de los que más se merecen tener esa edición limitada, que no tiene más valor que el sentimental y el recuerdo, en realidad. Pero sólo hay 15 copias del CD, y tú tienes una (y en el blog está para su descarga para todo el que quiera bajárselo, pero el "presente" físico, el CD, tiene un simbolismo especial para mi).
Abrazos, espero vernos el 22!!
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