viernes, 6 de noviembre de 2009

Camera Obscura en la Casa del Loco



Me avisó mi querido Camilín. Fue el Miércoles por la mañana y, por la tarde, le llamé por teléfono para que me pillase una entrada.

Habíamos quedado en la Plaza España. De camino, Vicky. Como le damos cierta envidia (jejejeje), nos comenta que igual se apunta, así que una vez dentro recibimos una llamada suya. Ya estaba en la puertecita, a puntito de entrar...

Los teloneros Sheriff, no comenzaban mal las canciones; sin embargo, a partir del minuto o así, todas se convertían en un continuo "traca traca traca traca" de ruido muy cansino. Seguidamente, Otro telonero (no me acuerdo de su nombre), armado con una guitarra llena de cinta aislante y esparadrapos, una armónica y una máquina de hacer ruidos electrónicos, llenaba mi cabeza de alocados sonidos y me dejaba en uno de los más absolutos caos que he vivido en un concierto.

Finalmente, salió Camera obscura, con un Pop en mayúsculas: Intenso, fresco y elegante al mismo tiempo. Y, sin embargo, frío. Sí, en este concierto (y eso que dicen que tienen uno de los mejores directos del Reino Unido), la distancia que se produjo entre el grupo y el público fue insalvable. Los problemas de sonido iniciales ofuscaron en demasía a su cantante, quien con cara de pocos amigos se dedicó, simplemente, a tocar el repertorio. Al terminar, el público asistente, después de los aplausos, apenas animó a que los componentes del grupo volviesen a salir a escena, con lo que un par de canciones más y para casa. Una pena. Sinceramente, considero que esta quilla debería relajarse un poquito y, en lugar de "cabrearse" tanto por el sonido, vencer ese problema dándose más a la gente que ha ido a verlos tocar, y no tanto poniendo mala cara y cumplir el repertorio. Sí, es importante el sonido, y más para un grupo que destaca por sus directos y por su elegancia musical; pero, carajo, también hay que ser conscientes de dónde se toca. Sin duda, he estado en conciertos con peor sonido y con más problemas que éste.

Un concierto de lujo que tuvo dos pegas. El público asistente, que mostró una vez más su peor cara con el poco entusiasmo en el baile y en los ánimos al grupo ¡demasiados zombies! Y la frialdad que adquirió el evento con la actitud de la cantante. Para quien pueda disfrutarlos en esta gira, que no se los pierda y, de verdad, que tengan más suerte que nosotros.

3 comentarios:

Javier López Clemente dijo...

Supongo que la "falta de baile" era de los nosotros quillico, que eso no te lo perdonaría
;-)

Salu2 córneos.

binguero dijo...

La verdad es que fue un concierto muy raro. Los teloneros me aburrieron soberanamente, creo que a veces este tipo de figuras contribuyen a enfriar el ambiente mas que otra cosa, ya que el publico acude a ver a una banda en concreto, y para ello se tiene que merendar antes dos o tres grupetes que en la mayoria de las ocasiones, hay honrosas excepciones, ni le interesan ni le aportan nada. La primera banda, Sheriff, tenia buenas intenciones, en algunos temas se dejaba intuir la influencia de grupos como Teenage Fanclub en melodias con bastante gancho, pero de repente el cantante y guitarrista se encomendaba al espiritu de J. Mascis y de Fugazi, le bajaba el santo y comenzaba a hacer marcianadas con su guitarra, de la cual extraia unos sonidos pesados y con un desarrollo demasiado largo para lo que al final aportaban. El resultado, una banda con ganas pero muy plana y pelin pretenciosa en su apuesta. Los segundos teloneros se llamaban Magic Arm, en realidad era una especie de hombre orquesta armado con miles de pedales con los que programaba distintos loops y con un sintetizador, bastante tedioso en conjunto; a ratos le acompañaba el trompeta de Camera Obscura dando un poquito mas de color al asunto.

Y en cuanto a los cabeza de cartel, pues una verdadera pena, me apetecia mucho ver a esta banda en directo, me gustan mucho sus discos de estudio, especialmente los dos ultimos con los que han creado un estilo muy personal, y al final llegue a casa medio cabreado. Comprendo que la profesionalidad de uno le lleve a querer rozar la perfeccion, todo artista quiere lo mejor para sus creaciones y desde luego no se conforma con la mediocridad, pero no siempre es posible conseguir las condiciones deseadas y es entonces cuando hay que tirar de actitud, de rasmia como se dice aqui, y de eso Tracyanne Campbell anduvo justita. No entiendo el mosqueo de esta chica, sinceramente el sonido no fue tan desastroso, o al menos desde el publico no se apreciaba asi, en su descargo hay que decir que no es la primera vez que un musico se queja del sonido de La Casa del Loco, rara es la vez que nos hay acoples o instrumentos "mudos". No obstante, como indica Christian, la chica se ofusco desde los primeros compases del concierto y se empeño en borrarse del mapa, desde luego su presencia era fisica pero no escenica, una verdadera lastima. Hay que destacar la profesionalidad de algunos componentes de la banda, como el bateria Lee Thomson, el bajista Gavin Dunbar, y sobre todo el trompetista, cuyo nombre desconozco, que fue con diferencia el que mas ganas le echo; quizas la amiga Tracyanne pueda tomar nota de su actitud para la proxima vez que se encuentre en una situacion similar, lo que me extraña es que con casi 10 años de carrera y cuatro discos en su haber aun no hubiesen visto en tales circunstancias.

Y en cuanto al publico zaragozano, mas de lo mismo; mucha pose, mucho ir a los sitios a presumir de ropita y de peinado y a mirar por encima del hombro a los que no son de su rollito, pero a la hora de animar el cotarro unos muermos, en fin, es una leccion que tenemos aprendida desde hace muchos años, menos mal que a mi lado tenia a un grupo de post-adolescentes que bailaban con las canciones de Camera Obscura, a pesar de ello no creo que el respetable fuese culpable de nada ni justifica la actitud de la lider de la banda escocesa. Perdona por el rollo, fue un placer ir con vosotros al concierto, a ver cuando repetimos. Besos.

closada dijo...

Señor Binguero, de rollo nada. Es más, completas y superas con creces mi entrada, más cargada de percepciones sueltas y un poquito más visceral.

Tienes toda la razón, "el trompetas", sin duda, mostró una actitud fantástica, con entusiasmo y con una continua sonrisa en su rostro.

Sí, habrá que repetir en más ocasiones la presencia conjunta en concierticos zaraguayanos.

Javier, la falta de baile fue general... bueno, yo meneaba las patitas y la cabecita, jajajaja.