Marché ayer al cinema. Al mirar en el Interné los horarios una gran sorpresa apareció ante mis ojos: Salas Aragonia, Malditos Batardos, VOSE... No podía creerlo. Se me abrieron los ojos como platos, una sonrisa apareció recorriendo mi cara de oreja a oreja: - "Vamos a la sesión de las 23.00 h, que es en VOSE". Marta asintió al otro lado. La quedada ya estaba totalmente planificada. En ese momento, sólo cabía mi gratitud hacia la gestión de las salas Aragonia que, aunque sea de manera nimia, ha decidido apostar por la VOSE en Zaraguaya. Espero que lo sigan haciendo y continúen, así, dándome alegrías.
Al llegar, quedé maravillado ante lo bonito de espacio que se extendía ante mis ojos. Esa especie de vestíbulo alargadísimo que da paso a las diferentes puertas de las diversas salas era realmente precioso. Así que, como si en la famosa película de Godard se tratase (aunque en otro escenario, claro está), echamos a correr como locos para ver quien llegaba primero a la preciada Sala 1.
Malditos Bastardos es una película delirante. El señor Tarantino vuelve a sorprendernos con una auténtica y dulce majadería. Reinterpreta la historia a su antojo para mostrarnos la venganza de un grupo mata-nazis que pronto será conocido como Los Bastardos. Vuelve a mostrarnos esos sarcásticos y cómicos diálogos, quizás más alargados en el tiempo que, de repente, terminan en una explosión de violencia. Vuelve a mostrarnos los pies. Vuelve a la violencia y la cámara lenta. Vuelve a la total desmesura. Pero lo hace con elegancia, con ese buen saber hacer que él tiene. Situaciones realmente cómicas se mezclan con momentos realmente vilentos. Y, acá, todos sobreactúan y, sin embargo, a todos les queda bien. Y digo todos, porque las quillas, no. Bordan sus papeles con un trabajo serio y para nada exagerado.
Quizás, el metraje es excesivo y se podría haber acortado un poquito, pues hay situaciones que se alargan en demasía y son totalmente prescindibles. Y sin embargo, para nada se hace larga. Es más se pasa en un "pis-pas y mañana más". Sin duda una película que hay que ver en la gran pantalla. Y si es en VOSE, pues mejor que mejor.
Al llegar, quedé maravillado ante lo bonito de espacio que se extendía ante mis ojos. Esa especie de vestíbulo alargadísimo que da paso a las diferentes puertas de las diversas salas era realmente precioso. Así que, como si en la famosa película de Godard se tratase (aunque en otro escenario, claro está), echamos a correr como locos para ver quien llegaba primero a la preciada Sala 1.
Malditos Bastardos es una película delirante. El señor Tarantino vuelve a sorprendernos con una auténtica y dulce majadería. Reinterpreta la historia a su antojo para mostrarnos la venganza de un grupo mata-nazis que pronto será conocido como Los Bastardos. Vuelve a mostrarnos esos sarcásticos y cómicos diálogos, quizás más alargados en el tiempo que, de repente, terminan en una explosión de violencia. Vuelve a mostrarnos los pies. Vuelve a la violencia y la cámara lenta. Vuelve a la total desmesura. Pero lo hace con elegancia, con ese buen saber hacer que él tiene. Situaciones realmente cómicas se mezclan con momentos realmente vilentos. Y, acá, todos sobreactúan y, sin embargo, a todos les queda bien. Y digo todos, porque las quillas, no. Bordan sus papeles con un trabajo serio y para nada exagerado.
Quizás, el metraje es excesivo y se podría haber acortado un poquito, pues hay situaciones que se alargan en demasía y son totalmente prescindibles. Y sin embargo, para nada se hace larga. Es más se pasa en un "pis-pas y mañana más". Sin duda una película que hay que ver en la gran pantalla. Y si es en VOSE, pues mejor que mejor.
2 comentarios:
Me encantó!
Vuelvo el finde, nos vemos.
Muas!
Eso, eso, nos vemos, que ya hay ganicas...
Besines
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