domingo, 13 de julio de 2008

Pirineos Sur: Peret, Amadou et Mariam y un porrón de diversión.

Como todos los años (y para mí desde hace ya ocho), en estas fechas tiene lugar el Festival Pirineos Sur. Este año, está dedicado a la música que se hace en las ciudades de África, así que del cartel tampoco es que conociese a muchos grupos: Amadou et Mariam, la Orquesta Baobab, Alpha Blondy, la Orquesta nacional de Barbés, y vale. Sin embargo, había un concierto fuera de la temática del festival, aquel que daba comienzo a los tres fines de semana en que África seguirá sonando por lo Pirineos, y que nos traía la rumba catalana a mi querido Pantano de Lanuza. Se trataba nada más y nada menos que de Peret.

Mariachi y servidor partíamos, con mi súper coche (que no es de maquinero, como se atrevieron a decir en una ocasión), el mismito Jueves hacia Sallent. Las tiendas, sacos, comida, bebida, toldo, neverita… todo estaba preparado para la acampada a orillas del pantano. Nos habían anunciado que estaba chungo lo de acampar allí, que este año estaban severos y no iban a dejar. Efectivamente, así fue. ¡Puta chingada, güei! Bueno, ya acamparemos (pensamos), esta noche dormiremos al raso, o en el coche…


Aquí estamos, súper Mariachi y yo al llegar al aparcamiento donde dormiríamos esa noche.
¡Vaya par de compis de piso!

Visititas a los chiringos, cafelillos rumberos, vueltecillas por el pueblo… algo había que hacer hasta la hora de la cena y, después, al concierto. Primero tocaba Peret y, seguidamente, Los Rumbers, con Pen-De-Ho y el Señor Yago. Salió, abuelete él, vestido de negro y acompañado por muchos/as “sobrinos/as”. No había mucha gente, lo que significaba sitio para el baile sin que te moleste ni molestes tú a nadie. ¡Muy grande! Dos horas de concierto del Rey de la Rumba y dos horas de Mariachi y pequeño Pibe cantando, bailando e incluso (aunque mal), palmeando. Peret es muy crack, y nos ofreció una noche rumbera por todo lo alto. Al finalizar, Los Rumbers, con bailaora, percusiones, Dj y Mc, y las proyecciones de Yago. Con ellos comenzaba el baile que, posteriormente, nos llevaría a la “carpa-dance” y la fiesta por todo lo alto. Bailecillos con las quillas de China Chana, con Lorena de mi clase y sus compinches, con dos quillas desconocidas, con los amigos de Mariachi… ¡una locura verbenera! Y, al final, a dormir en el coche. Como tenía el colchón hinchado, pues dormí más o menos aceptable.

El Viernes, comimos arroz con curry, visitamos la France (donde pasamos un frío del carajo), descansamos de la paliza de la noche anterior y, finalmente, decidimos que iríamos a ver a Amadou et Mariam, dos quillos ciegos (bueno, quillo y quilla), de Mali que a mí me gustan bastante desde hace unos añitos y que ahora, con la producción de Manu Chao, se han hecho más o menos conocidos. De teloneros, Smod, grupo de Rap (también de Mali) que no llevaban mesa, sino que iban con guitarra, cajón y las voces de tres de ellos. Me gustaron bastante, pero la lluvia nos hizo subir a la carpa y, desde allí, no se disfruta. Al amainar un poco, bajamos a la ladera y, afortunadamente, descubrimos el espacio secreto: un frondoso árbol protector de la incesante lluvia que caía sobre nosotros. Desde allí, ver el concierto era otra cosa, tanto que al rato, me emocioné escuchando a Amadou et Mariam y me levanté a bailar bajo la lluvia, que ya no era mucha pero que iba calando. Muy buenos, la verdad, muy buenos. Menos mal que compramos la entradita y fuimos a verlos.

El Sábado se unía la Lori. Amanecía lloviendo, con el cielo totalmente encapotado. Cogemos el coche y nos vamos para Sabiñánigo. Con el paseo y esas vainas, acabamos chorreando: caladitos hasta los huesos pa’ coger un resfriado (que no lo pillamos pero de purito milagro). Llega Lori bien perjudicada y con ganas de comer. Vamos a Sallent y de allí, regresamos hasta Escarrilla. Unos platos combinados, unas partidas al Pang (Mariachi hace el record y firma la primera), el cafelillo y de vuelta pa’ Sallent. Sigue lloviendo y el cielo, encapotado. Desmontamos el chiringo bajo la lluvia (de nuevo, otra vez empapados), y nos volvemos para Zaraguaya, pues allí estamos cansados de lluvia, frío y ropas mojadas sobre nuestros temblorosos cuerpos.

Hoy, me he enterado de que se suspendió el concierto.

2 comentarios:

Javier López Clemente dijo...

Lo diré pronto: Vaya envidia rumbera que me entra por las canillas, chaval

Salu2 Córneos.

closada dijo...

Jajajaja... si es que quillo, que no estaba muerto, que estaba tomando cagnas... jejeje

Saludos rumberos