martes, 8 de enero de 2008

Ripper y 11:14, destino fatal

El Lunes, día festivo en esta Comunidad (supongo que en alguna más también), por la noche tocaba, sobre todo, relajación. Tras una cena en la Birosta con Ana, Luna y Mariachi, nos esperaba, a Javi y a mí, una sesión de cine en su casa. No obstante, no sabíamos que la mala suerte estaba al acecho, pues al llegar a la calle del Drugstore veíamos como lo cerraban en nuestras narices. “Bueno, podemos ver Terciopelo Azul, que la tengo en el ordenador”. No, no… tampoco se iba a dar semejante acto de felicidad cinematográfica: ¡el muy pendejo la había borrado! Sólo nos quedaba una oportunidad, la de buscar en dos CD’s de su antiguo compi de piso alguna película que visualizar. Y, como no, la elección fue lamentable. Sí, la culpa fue mía. Al leer Ripper, por eso del destripador, supuse que no estaría mal ver esa película. Grave error.

Lo de esta película es demencial. De verdad, creo que es peor que muchísimos telefilmes de Antena 3 de la sobremesa. Típica película de terror para adolescentes, pero todavía peor. El guión, simplemente lamentable. Lleno de supuestas pseudo-investigaciones científicas sobre los asesinatos de Jack el destripador y las similitudes con el nuevo asesino en serie que aterroriza a la panda de estudiantes freakies. Intento de vuelco y revuelco para buscar un ambiguo final que no sabes ni por dónde carajo pillarlo. Diálogos de parvulario. La sangre… ¡esa sangre! No he visto un color más cutre en mi vida, por favor. Algunas escenas y situaciones tan patéticas como irrisorias… Vamos, que creo que la puedo meter entre una de las peores películas que he visto en mi vida. De hecho, hasta puede que desbanque a Kika de Almodóvar y todo. Buuuf, ¡que cosa más mala! De verdad, aún no sé cómo aguantamos hasta el final, porque cada poco rato nos echábamos las manos a la cabeza y nos reíamos ante las espeluznantes situaciones que iban pasando ante nuestros ojos.

En definitiva: si la ves en un “vídeo club”, puedes quemarla y así hacerle un favor a la humanidad, jejejeje.

Nada más terminar, Javi dio, de nuevo, un doble clic en el título de una película de la que no sabíamos absolutamente nada. En esta ocasión, se abría la pantalla para mostrarnos el comienzo de 11:14, Destino Fatal, de la que no creo que pueda ser muy objetivo al valorarla. Y es que, después del sopor vivido, cualquier película me parecería maravillosa. Por tanto, no sé si mi apreciación sería la misma si no hubiese visto, momentos antes, la inefable Ripper. Se trata de una película de esas en que la historia se fragmenta y se nos ofrece repetidas veces desde distintos puntos de vista: empieza con un suceso y se nos presenta, con sus diferentes y respectivos flashbacks, cómo lo vive cada uno de los personajes. Sí, tal y como estáis pensando, al estilo de Amores perros. La historia en sí, es una chorrada. Sin embargo, al presenciar como cada pieza va encajando a la perfección, como si de un puzzle se tratara, en el desarrollo de la película, hace que te vayas interesando cada vez más sobre el origen de esa sucesión de fatalidades que viven los protagonistas. Elementos graciosos y bastante humor negro, añaden, además, diversión a la peli.

En resumen, un film que te hará pasar un buen rato y que, sin ser la hostia rehostia, es una propuesta interesante para disfrutar de una velada cinematográfica, de esas de las de alquilar.

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